Amancio Ortega

amancio_ortegaAmancio Ortega Gaona nació el28 de marzo de 1936 en, Busdongo (León).Hijo de ferroviario y ama de casa, tras pasar su infancia en Tolosa (Guipúzcoa), a los 14años se trasladó junto a sus padres y sus tres hermanos a La Coruña, donde se colocó como recadero en el establecimiento Gala. Allí, con una bicicleta, llevaba a las casas de adinerados clientes camisas y otras prendas de seda.

Después, trabajó como dependiente y representante de la tienda de confección y telas La Espuma, también en La Coruña y, en los años 60, continuó aprendiendo en La Maja, dedicada a la fabricación y venta de camisas y lencería, donde trabajaba también su hermana Josefa, su hermano Antonio (ya fallecido) y la mujer de éste, Primitiva. Allí conoció a Rosalía Mera, con quien al poco se prometió.

Por entonces, Amancio ya tenía claro que quería tener su propio negocio. Conocía bien el sector textil y buscaba una idea que pudiera llevar adelante. La encontró en una bata de buen tejido y mejor corte que se vendía en La Maja y que hacía las delicias de todas las mujeres que pasaban ante el escaparate. La única pega era su alto precio, por lo que Amancio se devanó los sesos buscando cómo imitar aquella prenda, pero haciéndola asequible al bolsillo (algo que ha seguido haciendo su imperio, la firma Inditex, que engloba las tiendas Zara, Massimo Dutti, Pull & Bear, Stradivarius y Bershka).

Al fin, tras desmontar aquella bata una y otra vez y descubrir cómo estaba confeccionada, convenció a su hermano, a su cuñada y a su novia, Rosalía, para lanzarse a la aventura de confeccionar ellos mismos las batas. Lo hacían en el piso de su hermano y, tras algún que otro disgusto, sacaron adelante el negocio. Con el dinero que ganaron, montaron un taller de confección en la calle San Rosendo de La Coruña al que llamaron Confecciones Goa.

 Era el año l963 y hacía poco que Amancio y Rosalía se habían casado. Ella tenía 19años y esperaba su primera hija, Sandra (que hoy ya les ha hecho abuelos). Rosalía atendía la tienda y dejaba que su esposo se ocupara de la producción, que se había ampliado gracias a la confección de pijamas y camisones. Los distribuía él mismo entre las tiendas de la ciudad, y al cabo de un tiempo, multiplicó sus ventas, lo que animó a Amancio a montar su primera fábrica en Sabón (La Coruña).

 Ortega tenía entonces 27años, y aún tendrían que pasar 12 años más para ver el nacimiento de la primera tienda Zara, que se abrió en1975 en la calle Torreiro, de La Coruña, frente al que entonces era el mayor comercio de la ciudad: los almacenes Barros, hoy desaparecidos. Esta filosofía de instalarse en los mejores lugares comerciales de las ciudades también la ha seguido hasta ahora, puesto que Amancio, que no anuncia sus productos, opina que “la mejor publicidad es estar en la mejor calle”. Las tiendas Zara se localizan hoy en las principales calles de todo el mundo.

 En esos años nació su segundo hijo, Marcos, que vino al mundo con una grave discapacidad y en el que su esposa se volcó por completo, hasta el punto de estudiar Magisterio e irse desvinculando poco a poco del negocio familiar para centrar sus esfuerzos en la lucha por los derechos sociales de las personas con problemas. La relación matrimonial se fue deteriorando y en 1986 decidieron separarse de forma amistosa. Rosalía continuó teniendo gran parte de las acciones de Inditex (que salió a Bolsa en 2001),lo que la hace la mujer más rica de España. En un principio, la producción de Zara no era muy variada, pero en la década de los 80 Amancio decidió ampliar la gama con artículos de señora, caballero y jóvenes. El secreto del éxito es, según los analistas, que cubrió un segmento nuevo en el mercado español ropa de diseño moderno, calidad aceptable, aprecio razonable y adaptad a las tendencias cambiantes de los jóvenes, con una constante rotación de su oferta.

La fórmula funcionó tan bien que, en 1989, el grupo Inditex tenía 98 tiendas repartidas por toda España. Luego se abrieron puntos de venta en el extranjero, hasta llegar a las más de mil tiendas que hoy posee en todo el mundo.

Sin embargo, el éxito de este enorme negocio, que le ha llevado al puesto número 18 de la lista de los millonarios del mundo que publica la revista Forbes, no le ha cambiado ni un ápice. Pese a ser, con diferencia, el hombre más rico de España es una persona poco dada a los compromisos sociales y trata de mantenerse en el anonimato en su amada La Coruña, donde reside en un bloque de pisos del centro de la ciudad. Jamás ha concedido una entrevista.

Es un trabajador incansable, que trabaja codo a codo con su empleados, con los que come cada día en la cantina de la empresa pese a tener un comedor privado en su despacho presidencial, que no utiliza porque sigue trabajando en la mesa de formica que tiene en el centro del departamento de diseño femenino de su planta de Arteixo (La Coruña).Sólo usa ese comedor privado cuando recibe visitas o clientes importantes. Hasta el año pasado, jamás se había ido de vacaciones, y le costó lo suyo decidirse a pasar unos días de relax lejos de su amada Galicia y de su negocio. Además de esa gran sencillez, destaca en él una enorme capacidad para escuchar las proposiciones de los demás y su buen ojo para los negocios. Algo innegable a la vista de la marcha de sus tiendas. No le gusta hacer ostentaciones y su mayor lujo fue la compra de un avión para poder visitar las tiendas que posee por todo el planeta. Ese avión lo jubilaron hace dos años y ahora Inditex posee uno que permite viajes transoceánicos.

 No usa corbata porque no le gusta (sólo se la ha puesto ante el Rey y en alguna otra ocasión muy especial) y su manera de vestir es muy sencilla. No tiene chófer, conduce él mismo su Audi A-8 y posee un yate (el Valoria, nombre del pueblo de su madre) que pasaría desapercibido en Mallorca. A lo que no ha podido resistirse es a ser propietario de una hípica (a su hija pequeña le entusiasma ese deporte) y a comprarse un pazo gallego de 42.000 metros cuadrados en la localidad de Anceis. Fue allí donde, hace apenas año y medio, se casó con Flora Pérez, una antigua empleada suya, con la que convive desde hace años y quien, dio a luz a Marta, que se convirtió en el tercer retoño del empresario.

Hoy por hoy  Ortega cuenta con la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo y, en el desastre del Prestige, su empresa donó mil millones de las antiguas pesetas a la Cruz Roja, para que las distribuyera entre los afectados. Hace años que dejó de jugar al fútbol con sus amigos del barrio y, aunque es un fiel seguidor del Deportivo de la Coruña, no es dueño de un palco en el estadio del Riazor (como se ha publicado en alguna ocasión). Cuando acude a ver algún partido, lo hace desde las gradas. Cuando está en A Coruña, va cada mañana a desayunar al club financiero de la ciudad, aunque también le gusta perderse por un conocido restaurante de esa urbe para deleitarse con el sabor tradicional de unos huevos fritos con patatas.

VÍDEOS DE Amancio Ortega
A continuación podemos ver un vídeo de Amancio Ortega :





Fotos de Amancio Ortega:



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