Carlo
Pedersoli nació el 31 de octubre de 1929 en Nápoles.
Fue el primero de los dos hijos de Alessandro, propietario de
una industria que trabajaba el hierro, y Rosa, una ama de casa,
que, según el actor, “era muy dulce, pero se transformaba
en un sargento cuando mi hermana, Vera, y yo nos portábamos
mal”. La familia no conoció apuros económicos
hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Los bombardeos
destruyeron la fábrica y, arruinados, los Pedersoli emigraron
a Roma en 1940. “En pocos meses pasó de ser heredero
de una fortuna a comer el queso y el pan negro del racionamiento”,
recordaba en una entrevista. Pese a las estrecheces, padre e
hijo se inscribieron en una sociedad deportiva para practicar
su deporte favorito: la natación. Acabada la guerra,
el patriarca decidió probar suerte en América
y la familia se instaló en Brasil, donde puso una tienda
que vendía bidones de gasolina.
En 1948,la familia volvió a Roma y Carlo cursó
un año de la carrera de Química para después
pasarse a Derecho. El joven, que seguía entrenando
diariamente en la piscina, participó en el Campeonato
de Italia de 1950, obteniendo la medalla de oro en los 100
metros libres y convirtiéndose en el primer italiano
que nadó esta distancia en menos de un minuto. Su carrera
deportiva estuvo llena de éxitos y fue olímpico
en dos ocasiones: en Helsinki, en 1952, y en Melbourne, en
1956.
También practicó el waterpolo y entró,
ocasionalmente, en alguna convocatoria de la selección.
En 1954, fue campeón de la Liga italiana con el Lazio.
Entre competición y competición, probó
suerte en el cine y, en 1951, hizo una pequeña aparición
en “Quo Vadis?”. Contra todo pronóstico,
en 1957, Carlo abandonó el deporte. “Con poco
más de 20 años era un campeón con unas
perspectivas de futuro brillantes y un físico que gustaba
a las chicas, pero no me sentía satisfecho. Parecía
que todo había llegado por casualidad, sin que yo hubiera
podido tomar parte activa”, aseguraba.
Con la intención de encontrarse a sí mismo
viajó hasta Caracas (Venezuela) donde trabajó
en diversas canteras. Tras dos años en este país
y con más dinero en el bolsillo que cuando llegó,
regresó a Italia. Allí retomó la relación
que ya tenía antes de marcharse con María Amado,
con la que contrajo matrimonio en febrero de 1960. ”Nos
casamos en una pequeña iglesia romana, María
estaba bellísima y yo me sentía seguro de haber
hecho la elección correcta”, recuerda el actor,
que ha tenido tres hijos con ella: Giuseppe (1961), Cristina
(1962) y Diamante (1972).
Durante la década de los 60, trabajó componiendo
melodías para anuncios publicitarios hasta que, en
1967, recibió una llamada que le cambiaría por
completo la vida y también el nombre. El director Giuseppe
Colizzi, viejo amigo suyo, preparaba una película y
le propuso ser el protagonista. Se trataba de un “spaghetti
western” (nombre que designa al género de películas
del Oeste hechas en Italia) titulado “Dios perdona...yo
no”. Para trabajar en ella tuvo que aprender a montar
a caballo y a hablar inglés en sólo tres meses.
Fue entonces cuando Carlo Pedersoli se convirtió en
Bud Spencer. Eligió su apellido en honor a su admirado
Spencer Tracy, mientras que el nombre surgió de su
marca de cerveza favorita, Budweiser. En el filme, compartía
protagonismo con otro italiano, Mario Girotti (Terence Hill),
con quien interpretaría más de 15 títulos
que el ha calificado de películas “de tiros y
peleas”.
Su contundente físico y su 1,94 metros de altura le
llevaron a encarnar una y otra vez al bonachón capaz
de ganar cualquier pelea con la fuerza de sus puños.
“Le llamaban Trinidad” fue uno de los éxitos
más sonados del tándem de actores, y en Italia
logró imponerse en la taquilla a todo un clásico
de la época: “El último tango en París”.
Durante los años 70, Spencer rodó una película
casi cada año, pero todavía tuvo tiempo para
sacarse el titulo de piloto. “Mi ilusión de siempre
fue volar. Así que me saqué el título
de piloto civil de helicópteros, después el
de aviones y más tarde, el de reactores”, ha
relatado.
La buena relación con Terence Hill fue más
allá de la pantalla y los actores se convirtieron en
excelentes amigos. Bud Spencer estuvo al lado de su compañero
cuando éste perdió en accidente de coche a su
hijo Ross, de 17 años. Para intentar sacar a su amigo
de la depresión, le propuso interpretar una nueva película
juntos. “Y en Nochebuena. .. ¡Se armo el Belén!”
(dirigida por Terence Hill en 1994) los reunió tras
nueve años en que ambos habían desarrollado
carreras artísticas por separado.
En solitario, Bud Spencer rodó una treintena de filmes
que alternó con apariciones en series televisivas.
Desde finales de los 90, ha frenado su ritmo de trabajo, sigue
en activo y, por ejemplo, en nuestro país se emite
ahora un anuncio para una entidad bancaria que él protagoniza.
Este hombre, que no se considera un actor, “sino un
hombre que hace películas. Me dan envidia los buenos
intérpretes como Marlon Brando o Robert Redford”
tiene pendiente de estreno “I delitti del cuoco”,
una serie televisiva del Canale 5 italiano.
Dos de sus hijos también se dedican profesionalmente
al mundo del cine. Giuseppe es director y productor, mientras
que Diamante, que ha adoptado el nombre Diamy Spencer, es
actriz y coincidió con su padre en dos películas.
Su pasión por la aviación y los ingresos obtenidos
a lo largo de su vida profesional, le permitieron crear, en
1981, la compañía aérea de carga Mistral
Air, que en el 2007 fue comprada por el Vaticano para ofrecer
a los fieles viajes a lugares santos como Lourdes, Fátima
o Santiago de Compostela. El polifacético actor también
quiso probar suerte como político y, en el 2005, se
presentó a las elecciones regionales de su país
como miembro de las listas de Forza Italia, el partido de
Silvio Berlusconi, a quien conocía desde mucho antes.
“He hecho una veintena de películas con él”,
comentó Bud Spencer en referencia al mandatario, propietario
de la productora Medusa Films. No consiguió el escaño
y no volvió a presentarse.
A sus 80 años, cumplidos el pasado 31 de octubre,
Bud Spencer parece haber retomado su interés por el
deporte acuático, ya que hace algunos meses se sacó
el título de entrenador de natación y waterpolo.
Hace dos años, en el 2007, la Federación Italiana
de Natación le otorgó el Caimán de Oro,
como reconocimiento a su carrera deportiva.
VÍDEOS DE Bud Spencer
A continuación podemos ver un vídeo de Bud Spencer :