CAMILO SESTO

camilo_sestoCamilo Blanes Cortés nació el 16 de septiembre de 1946 en Alcoy (Alicante). Fue el sexto hijo de Eliseo Blanes de Mora, un humilde electricista, y de Joaquina Cortés Garrigós, ama de casa. Pese a la dureza de la posguerra, la familia Blanes Cortés llegaba a final de mes sin problemas económicos, por lo que Camilo, que era el benjamín, fue un niño mimado que jugaba con coches de hojalata, trenes de cuerda y pelotas de trapo.

A los 3 años estuvo a punto de morir por una infección estomacal, pero varias transfusiones de sangre de su hermana Chelo, 12 años mayor, le salvaron la vida. El futuro cantante le devolvería el favor cuando, años después, la salvó de morir ahogada en una balsa de riego. De su infancia, el artista siempre ha recordado que nació “rodeado de montañas, me crié muy en contacto con la naturaleza y mis recuerdos infantiles están impregnados de aire libre. Fui un chico revoltoso, más amigo de las pandillas que de los libros y en un par de ocasiones me echaron del colegio”.

En los Salesianos, donde estudiaba, los profesores descubrieron que tenía una voz portentosa y lo incorporaron al coro del colegio como solista. Las actividades extraescolares se le daban muy bien, pero sudaba tinta para aprobar las matemáticas. Siendo un crío, tenía muy claro que de mayor no quería ser ni bombero, ni futbolista, ni electricista. “Durante muchos años quise ser Joselito. Me sabía de memoria todas sus canciones, veía todas sus películas, fue mi primer ídolo y aunque era muy diferente físicamente a mí, era el espejo en el que yo deseaba verme”,exp1icó Camilo en una ocasión.

A los 13 años dejó sus estudios de bachillerato para dedicarse a la pintura, que le apasionaba, y se matriculó en la Escuela Municipal de Bellas Artes, al tiempo que empezaba a trabajar con su padre, llevándole los asuntos de la oficina. Pero la música seguía siendo su gran sueño y, con 18 años recién cumplidos, formó con unos amigos el grupo pop “Los Dayson”, con el que cantaba en bodas y bautizos por la zona de Alcoy. Además de interpretar temas de Bee Gees, Beatles o el Dúo Dinámico, Camilo empezó a componer temas y, tras editar un primer disco en 1965, el grupo decidió ir a Madrid para participar en el concurso de TVE “Sa1to a la Fama”, donde tocaron “Flamenco”, de Los Brincos. Instalado allí, la vida en la capital era muy dura porque la música no le daba para vivir, así que se ganaba un dinero extra haciendo coros para otros artistas y vendiendo en el Rastro los paisajes y bodegones que pintaba. Con todo ello, pagaba la habitación de la pensión que compartía con un amigo.

“Los Dayson” pasaron sin pena ni gloria, pero a Camilo lo contrataron como solista de “Los Botines”, que actuaron en aquella época como teloneros del dúo Juan & Junior (Juan Pardo y Junior). Su voz y su físico empezaban a ser muy populares y, con 21 años, ya había intervenido en dos películas; “El flautista de Hamelin”, con Miguel Ríos, y “Los chicos de PREU”, uno de los filmes más vistos en la historia del cine español. Comenzaba a ser famoso entre las quinceañeras, pero Camilo sólo tenía ojos para Laura Cassale, una compañera de profesión rubia, guapa y muy simpática. “Me enamoré por primera vez a los 19 años. Ya no era virgen y vivía en Madrid. Fue un gran amor, con todas sus consecuencias, para bien y para mal, y siempre lo recordaré”, ha explicado.

Su incipiente éxito musical se vio eclipsado al tener que cumplir el servicio militar en Almería, pero a su regreso a Madrid intimó con Juan Pardo que, en 1970, le produjo su primer sencillo en solitario bajo el nombre de Camilo Sexto -por ser el número seis de sus hermanos-, que no tuvo una gran acogida. Su imagen con pantalones ajustados y acampanados, su pelo largo y su extraordinaria voz le convirtieron en todo un referente, especialmente con las canciones “Lanza tu voz” o “Ay, ay, Roseta”, dedicada a su novia, Rosseta Arbex, hermana del fundador de Los Brincos. Pero el éxito definitivo le llegó en 1971, -ya con el apellido artístico de Sesto-, con la canción “Algo de mi”, una de sus letras más emblemáticas, con la que cruzó el Atlántico por primera vez en 1972. En Argentina triunfó y recibió su primer disco de Oro, y, en 1973, logró el quinto puesto en el Festival OTI de la Canción. Los dos años siguientes se convirtieron en los más fructíferos de su carrera con éxitos musicales como “Ayúdame” o “¿Quieres ser mi amante?”, así como con la puesta en marcha de la ópera rock “Jesucristo Superstar”. En ella, él daba vida a Cristo, Teddy Bautista era Judas y Ángela Carrasco hacía de María Magdalena. Al acabar la obra, la empresa Gillette le ofreció 40.000 euros si se afeitaba la barba en uno de sus anuncios, dinero que el cantante donó a un asilo de niños huérfanos.

En el capítulo sentimental se dijo que en aquella época vivió un idilio con Lucía Bosé, con quien compuso el tema “Amor, amar”. En cualquier caso, entre ambos hubo una gran amistad y, en 1976, Camilo produjo el primer disco de Miguel Bosé, el hijo de la actriz. Famoso ya en todo el mundo, desde Japón hasta América Latina, una de sus actuaciones en el Radio City Music Hall de Nueva York recaudó 300.000 euros, y en su “show” en el Madison Square Garden fue presentado a los asistentes como “The Sinatra of Spain”. En 1978, grabó una de sus canciones más conocidas y exitosas, “Vivir así es morir de amor”.

Poco a poco empezó a nadar en la opulencia, pero lejos de comportarse como un advenedizo, llevo a rajatabla las enseñanzas de sus padres: “No me gusta la ostentación porque todo lo que brilla por su suntuosidad es una ofensa para quien no tiene nada. No soy un derrochador pero tampoco un tacaño; lo que he ganado a lo largo de mi carrera lo he invertido porque quiero una vejez tranquila”.

Pese a los continuos rumores sobre su posible homosexualidad, Camilo siempre ha estado rodeado de mujeres hermosas, “porque me divierten, me distraen, me gustan y me apasionan, pero no pienso casarme jamás. Me confieso un poco egoísta al no querer perder mi completa libertad”. Por sus brazos pasó la artista argentina Marcia Bell, con la que vivió un tórrido romance en 1974, que después se convirtió en una fuerte amistad hasta que ambos se dejaron de hablar en los últimos años: “Se ha convertido en una persona muy extraña, no sale de casa, es un ermitaño. Durante nuestra relación mantuvimos relaciones sexuales a pesar de que se dijo que era gay y en sus ratos libres le encantaba peinarme, vestirme y pintarme”, declaró ella. También estuvo enamorado de la modelo Denise Brown. Con la actriz Maribel Martín estuvo a punto de casarse, la miss puertorriqueña Lizette Rodríguez le dejó una profunda huella y Andrea Bronston, hija del director Samuel Bronston, fue una de sus mejores amigas.

Pero fue la mexicana Lourdes Ornelas, una de sus fans más entusiastas, quien le dio su bien más preciado el 24 de noviembre de 1983, cuando nació su hijo, Camilo Michel, llamado familiarmente Camilín. No pasó mucho tiempo antes de que aquella paternidad fuera puesta en entredicho. “¿Si fue un hijo querido o un accidente? Cuando alguien es amiga íntima surgen situaciones en las que el amor y la pasión estalla. Con nosotros pasó eso y mi hijo es fruto del amor”, aseguró el cantante.

En 1987, Camilo se retiró por primera vez de los escenarios “porque quiero hacerme mayor viendo crecer a mi hijo. No porque me este muriendo, como dicen algunos, sino porque quiero vivir de otra manera”. Sin embargo, desde algunos sectores se apuntaba que la retirada del cantante se debía al gran cansancio que sentía después de los más de 6.000 conciertos realizados desde su debut. Dos años más tarde, protagonizó un gran revuelo al distanciarse de Lourdes y obtener la custodia de su hijo en medio de una agria disputa entre ambos. Lourdes alegaba que Camilo quería comprarle a su hijo y el cantante aseguraba que “Lourdes no le puede dar una buena vida porque no sé a qué se dedica ni sé cual es su domicilio”. Desde entonces, el cantante ejerció de “pama” (papá y mamá). “Dejé de cantar para estar a su lado. La paternidad en solitario es dura, pero tiene un halo de luz que te abraza y te hace ver uno de los milagros de la vida. Lo que mi hijo me aporta es algo tan grande que no se puede describir en palabras”, declaró. En 1991, volvió a la música con el disco “A voluntad del cielo” y realizó giras multitudinarias por diferentes países de habla hispana.

Tras residir en Miami durante varios años, en 1997 volvió a nuestro país donde sacó el disco recopilatorio “Camilo Superstar” y se puso manos a la obra para grabar “El fantasma de la Ópera”, uno de sus proyectos musicales de más envergadura que, sin embargo, no llegó a comercializarse por motivos legales.

Personaje misterioso y enigmático (siempre permanece recluido en su casa, ajeno a las fiestas y eventos sociales), su delgadez, su extrema palidez y su característica melena han dado lugar a los más variados rumores sobre su estado de salud. Se dijo que había muerto en diferentes ocasiones, que había donado sus ojos, que tenía sida, hepatitis, leucemia, enfermedades contagiosas, agorafobia y que era maniaco depresivo. “Todo han sido mentiras. Me han adjudicado todas las enfermedades del mundo, menos mal que sé resucitar o que tengo cien vidas como los gatos”, asegura. Sin embargo, la rumorología sobre su delicado estado de salud en el 2001 dejó de serlo para convertirse en realidad cuando tuvo que someterse a un trasplante de hígado. “Mi mayor éxito es estar vivo. En esta vida no le tengo miedo a nada y me sigo aferrando a las cosas terrenales con más fuerza que nunca”, admitía semanas después de la operación.

En cuanto se recuperó, editó el disco “Alma”, cuyo sencillo “Mola Mazo” fue un auténtico bombazo entre la gente joven. Este trabajo musical le trajo quebraderos de cabeza, ya que su amiga Isabel Patton le acusó de no haberle pagado ni un euro por haber publicado varias canciones en la que la voz femenina era la de ella. Desde entonces, son muchos los sucesos que han intentado manchar el nombre de Camilo, como, por ejemplo, las declaraciones de su ex novia Marcia Bell contando en diferentes programas las rarezas y manías del artista, el extraño accidente de su hijo al caerse desde el tercer piso de un hotel o cuando salió a la luz el crudo distanciamiento con su hermana Chelo, una situación polémica ya que se dijo que el cantante la había echado de casa.

Ajeno a los dimes y diretes, Camilo siguió con su trabajo y, en el 2008, inició su gira de despedida que título “Camilo Pura Vida”, con la que ha recorrido Ecuador, Guatemala, Honduras, Costa Rica, Venezuela, EEUU, Chile o Madrid, donde hace 8 meses grabó el primer disco en directo de su carrera, llamado “Todo de mí”, que asegura que será el último disco que editara. Ahora, tras más de 45 años al pie del cañón como compositor y cantante, Camilo Sesto, a sus 65 años, se ha retirado definitivamente de los escenarios.

VÍDEOS DE Camilo Sesto
A continuación podemos ver un vídeo de Camilo Sesto :





Fotos de Camilo Sesto:



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