María
del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart y Silva nació
el 28 de marzo de 1926, en el palacio de Liria de Madrid.
Su padre, Jacobo María del Pilar Carlos Manuel Fitz-James
Stuart y Falcó- Portocarreño, XVII duque de
Alba, fue político y diplomático. Casado con
María del Rosario de Silva y Gurtubay, marquesa de
San Vicente del Barco, sólo tuvo esa hija, que heredaría
los 46 títulos nobiliarios que ostentaban las dos familias
y es 20 veces grande de España.
Cayetana fue bautizada el 17 de abril de 1926 en la capilla
del Palacio Real de Madrid, teniendo como padrinos al rey
Alfonso XIII y a la reina Victoria Eugenia. Una institutriz
inglesa, Miss Willison, se ocupó desde los primeros
días de la pequeña. Algunos años después
su padre añadió una nanny alemana, con lo que
la duquesa aprendió los dos idiomas desde la cuna.
Creció rodeada de comodidades, pero le faltó
algo fundamental: su madre. Al poco del parto, Totó,
como la llamaban en familia, cayó enferma de tuberculosis
y los médicos decidieron que no tuviera contacto con
la familia. La niña echaba de menos a su madre y se
escapaba de sus cuidadores para acercarse, pero ella le arrojaba
el primer objeto que tenía a mano para obligarla a
alejarse.
Alejada de su madre y con un padre muy mayor (48 años
cuando ella nació) que apenas paraba por casa, Tana
creció muy unida a sus perros y caballos. Uno de sus
primeros recuerdos infantiles se remonta a los cuatro años
cuando navegaba con su padre y Alfonso XIII, su padrino, en
Santander. Otro recuerdo imborrable de niñez fue la
pérdida de su madre cuando tenía sólo
6 años.
El 12 de mayo de 1931, al poco de la proclamación
de la Segunda República, Cayetana partió hacia
París acompañada de su abuela y su institutriz.
Finalizada la guerra civil española, en 1939, el padre
de Cayetana fue enviado a Londres como embajador y vivieron
seis años en la capital británica. Allí
conoció a Winston Churchill, que tenía lazos
de parentesco con su padre. En 1943 el duque fue suspendido:
se enfrentó a Franco pidiéndole que restaurara
la monarquía.
Al cumplir los 17 años, Cayetana fue presentada en
sociedad en el sevillano palacio de Las Dueñas y se
quedó prendada por el caluroso recibimiento que le
prodigó Sevilla. Desde entonces siempre se siente sevillana
de corazón. En su juventud, y debido a su altísima
cuna, la apodaban “la bombilla” porque siempre
tenía “moscones” revoloteando entorno a
ella. Cayetana siempre ha demostrado una gran sensibilidad
hacia la pintura, los deportes, la música y el baile
flamenco.También le ha gustado mucho el toreo, la fiesta
del Rocío y la Feria de Sevilla.
A los 17 años se enamoró del torero Pepe Luis
Vázquez, pero el duque de Alba se opuso tajantemente
a ese matrimonio. El príncipe Alí Khan, los
diestros Manolo González y Juan García Mondeño,
Miguel Primo de Rivera o el actor Vicente Parra fueron otros
de los hombres que soñaron con el amor de Cayetana,
pero fue Luis Martinez de Irujo yArcatoz, un ingeniero industrial
de 25 años, el que acabó conquistando su corazón.
Se conocieron en una clínica, de forma casual, pero
el amor surgió el verano de 1946 en Zarauz. La petición
de mano se hizo en el “Museíllo” de la
calle de Mártires de Alcalá. Luis le regaló
una pulsera de brillantes y Cayetana le correspondió
con un reloj de oro.
La primera boda de Cayetana tuvo lugar el 12 de octubre de
1947 en el altar central de la catedral de Sevilla y, según
los periódicos de la época, fue la más
cara de cuantas se habían celebrado hasta entonces
en el mundo: costó el equivalente a 3 millones de euros
actuales. Incluso le hizo sombra a la boda de Isabel Windsor,
entonces princesa de Gales.
Cayetana vestía un hermoso traje de raso natural e
iba tocada con un velo blanco de tul ilusión, sujeto
con una fabulosa diadema de platino, perlas y diamantes, regalo
de boda de Napoleón III a la emperatriz Eugenia. Una
vez acabada la ceremonia, los 2.700 invitados disfrutaron
de un pantagruélico banquete servido en el palacio
de las Dueñas, mientras que se sirvieron 1.000 comidas
para los pobres de Sevilla en la Hermandad del Gran Poder
y se distribuyeron 500.000 pesetas entre los necesitados.
Una ceremonia al más ajustado estilo feudal. La luna
de miel duró seis meses, en los que dieron la vuelta
al mundo.
En octubre de 1948, antes de cumplir el primer aniversario
de boda, Cayetana fue madre de su primer hijo: Carlos, que
herederá a su muerte el ducado de Alba. El segundo,
Alfonso, nació en 1951. Dos años después
falleció su padre y Cayetana de Alba heredó
todos sus títulos. Su tercero hijo, Jacobo, vino al
mundo en julio de 1954, mientras que el cuarto, Fernando,
lo hizo en 1960. Años después, el bailarín
Antonio sorprendió a propios y extraños afirmando
que él era el padre de este cuarto hijo de la duquesa.
Cayetana, en una costumbre que siempre ha mantenido, no se
dignó desmentir ese asunto, como tampoco ha hecho el
menor comentario sobre otros rumores, como el que la relacionó
sentimentalmente con Fernando Falcó, marqués
de Cubas. La familia numerosa de Cayetana de Alba se completó
con el nacimiento de Cayetano en abril de 1963 y el de Eugenia,
la única niña, en octubre del 1968. Sufrió,
además, cuatro abortos y perdió un séptimo
hijo, nacido prematuramente.
La felicidad de la familia se truncó en 1972, cuando
el duque de Alba falleció a causa de una leucemia.
La muerte de su marido ha sido siempre un tema sobre el que
Cayetana no ha querido hablar. Seis años después,
volvió a contraer matrimonio con el refinado ex-sacerdote,
y entonces director general de Música, Jesús
Aguirre.
La boda, celebrada el 16 de marzo de 1978, fue muy criticada
en los ambientes aristocráticos, pero Cayetana nunca
se ha preocupado por el qué dirán (se nota en
su peculiar manera de vestir que siempre ha despertado un
alud de críticas) y siempre ha mantenido que esa segunda
unión fue lo mejor que le pasó en esos años.
Culto, sensible, buen conversador, progresista y dotado de
un fino sentido del humor Aguirre aportó una enorme
tranquilidad a Cayetana. Sus hijos lo acogieron primero con
recelo, pero enseguida encontraron en él un buen amigo,
especialmente Jacobo, que siempre fue el más interesado
de los hermanos por las cuestiones culturales. Por su parte,
Aguirre se dedicó a poner orden en el patrimonio de
la Casa deAlba, ya que Cayetana desconocía el alcance
de sus extensas propiedades, que la convierten en una de las
mujeres más ricas de España.
La reciente separación matrimonial de su hija Eugenia,
su preferida junto con Cayetano, se ha producido en un momento
en el que la duquesa empezaba a recuperarse de la pérdida
de su marido, fallecido el pasado año.
VÍDEOS DE Cayetana de Alba
A continuación podemos ver un vídeo de Cayetana de Alba :