Nombre real: Francisco Acuña de Figueroa Profesion: Poeta. Nacimiento: 3 de septiembre de 1791. Lugar de Nacimiento: Montevideo, Uruguay
(Montevideo, 1790- id., 1862) Poeta uruguayo, una de las más altas figuras de la época clasicista de la literatura rioplatense. Con Acuña de Figueroa se inician los perfiles de la literatura nacional de su país, en los tiempos en que la nacionalidad uruguaya se va concretando y definiendo frente a la argentina.
De modesta posición, ingenioso y culto, contempló la evolución de su patria desde la colonia hasta la independencia, y su formación y temperamento lo llevaron a mostrarse adversario del dictador argentino Rosas. Fue director de la Biblioteca Nacional, escribió la letra de los himnos nacionales de Uruguay y Paraguay, narró en verso los episodios del sitio de Montevideo (Diario histórico), hizo gala de su ingenio en los Decretos pilatunos, escribió algunas piezas teatrales, tradujo diversos poemas latinos y preparó sus originales en doce volúmenes de Obras completas, en los que puede encontrarse su variada producción.
La personalidad de Francisco Acuña de Figueroa, que llegó a ser una especie de jerarca oficial de las letras de su país, refleja los vaivenes y balbuceos de la transformación y crecimiento de la nación uruguaya, a cuya independencia literaria contribuyó en gran manera. Dotado de una sólida formación neoclásica, siguió los modelos de los moralistas españoles Juan Bautista Arriaza, Félix María de Samaniego y Tomás de Iriarte, satirizando instituciones y personas públicas y también costumbres y asuntos privados. Sus obras pueden clasificarse en serias y festivas, atribuyéndose a estas últimas el mayor mérito.
De su producción destaca el poema épico burlesco La Malambrunada, su trabajo más ambicioso, en el que se burla de las mujeres viejas libidinosas que pretenden competir en el amor con las jóvenes ninfas. Escrito en 1837 en octavas reales, la acción se plantea como una lucha entre las viejas (representadas por unas brujas capitaneadas por Malambruna y protegidas por Satán) y las jóvenes, amparadas por Venus bajo el mando de la ninfa Violante. Después de intrincadas y burlescas peleas y risueños episodios casi heroicos, fallece Malambruna. Las viejas huyen ante la vigorosa carga de las jóvenes, hasta hundirse, para salvarse, en un fangal en el que el propio Diablo, que protegía a las feas, las abandona dejándolas transformadas en ranas.
Junto a esta obra con ciertos ribetes de crítica social y de filosofía satírica, merecen destacarse por sus méritos literarios sus numerosísimos epigramas, que reunió en títulos como Mosaico poético (1857). Verso fácil, gracejo narrativo, intencionado donaire y quevediana picardía son los rasgos distintivos de esta múltiple labor satírico-burlesca que Acuña de Figueroa cumplió hasta el último día de su existencia.
VÍDEOS DE Francisco Acuña de Figueroa:
A continuación podemos ver un vídeo de Francisco Acuña de Figueroa :
OBRA DE Francisco Acuña de Figueroa:
Es el autor de las letras del Himno Nacional Uruguayo y del Himno Nacional Paraguayo. Tenia además una extensa obra literaria, recopilada por él mismo en 1848 y publicada póstumamente en 1890, en 12 tomos, bajo el título genérico de "Obras Completas".
Está compuesta por numerosos poemas, relatos, etc. Muchas de sus obras tiene un marcado tono satírico.
Una antología de sus poemas fue publicada en 1965 en la colección de clásicos uruguayos de la Biblioteca Artigas.
Una de sus obras más curiosas es la Salve Multiforme, de la que dice el autor :
La Salve Multiforme tiene dos aplicaciones, dos objetos diferentes. El primero, el más esencial y determinado es puramente religioso; el segundo tiene una aplicación profana o política. Bajo aquel primer aspecto es un tributo de veneración y aplauso inagotable a la divina reina del cielo, es la oración de la Salve presentada y reproducible en casi infinitas formas: tantas, que no bastarían muchos millones de años de continuada e incesante lectura para apurar todas las paráfrasis posibles de aquella oración, más o menos diversas, que según este método se pueden conformar. (...) El autor ha dividido la salve en 44 fragmentos, colocados sucesivamente en otras tantas columnas, numeradas desde 1 a 44. Cada fragmento tiene en su propia columna 26 paráfrasis de él mismo, o al menos, palabras aparentes a aquel lugar, y combinables con cualquiera de los 27 fragmentos de las columnas antecendentes y siguientes, sin quebrantar el sentido de la Salve, que así se va conformando guardando la sintaxis gramatical; sin repetir en una Salve entera un fragmento ya usado en ella misma. (...) Resulta, pues, que tomándose al acaso un fragmento cualquiera de la columna 1ra., otro cualquiera de la 2da., otro de la 3ra., etc., siguiendo así hasta la columna 44 se formará siempre una paráfrasis completa de la salve, tal vez elegante, tal vez débil, pero nunca impropia o incoherente en su sentido. Siendo, pues, 27 los fragmentos de la 1ra. columna, combinables libremente con cualquiera de los 27 siguientes, y éstos con los sucesivos, y así progresiva y mutuamente con los de las demás columnas, es evidente que se pueden combinar y se combinan, millones de millones de Salves, más o menos diversas, es decir, con más o menos diferencias de fragmentos entre sí. En llegado a la columna 44 se añade la palabra amén o así sea, que está en la columna última o supletoria, para terminar debidamente cada oración de aquellas.