JAMES CAMERON

james_francis_cameronJames Francis Cameron nació el 16 de agosto de 1954 en Kapuskasing, un pueblecito al norte de Ontario (Canadá). Fue el mayor de los cinco hijos del ingeniero electrónico Phillip Cameron y de Shirley Lowe, una enfermera y pintora. Cuando tenía 5 años, la familia se trasladó a Chippawa, en la parte canadiense de las cataratas del Niágara, donde James empezó a mostrar su habilidad por las manualidades construyendo casitas en los árboles y balsas para bajar por el río. Su curiosidad científica le llevaba a hacer todo tipo de experimentos caseros (como meter a un ratón en un bote vacío de mayonesa, a modo de sumergible, para ver qué sucedía al tirarlo al agua), dimensión que no le impidió desarrollar su faceta artística como dibujante y guionista de sus propias historietas. Devorador de libros de ciencia ficción en los largos trayectos en el autobús de la escuela, también fue un gran aficionado a los cómics y las series televisivas como “Star Treck” o “La isla misteriosa”. “2001: Una odisea del espacio” fue la película que le hizo “coger la cámara de súper 8 de mi padre, construirme mis propias maquetas y empezar a hacer cine”, aseguraba quien, desde niño, se ha sentido subyugado por la técnica. De hecho, lo primero que hizo con la cámara de su padre fue desmontarla para ver como funcionaba. Otra de sus obsesiones infantiles era el espacio. Como en su pueblo natal no podía satisfacer su ilusión de ser astronauta, “empecé a bucear. Eso sí que es ir a otro mundo”.

Cuando tenía 17 años, se trasladó con su familia a Los Ángeles, muy cerca de Hollywood, y se matriculó en la Universidad de California para estudiar Física e Inglés. El dic de San Valentín de 1977 se casó con Sharon Williams, su novia del instituto. Para entonces, había dejado sus estudios y trabajaba como camionero con la obsesión de escribir un guión con el que debutar en la pantalla grande. Se había quedado impresionado con “La guerra de las Galaxias”, de George Lucas, una película que él hubiera querido hacer. “En ese momento decidí que me dedicaría al cine”. Apoyado por su mujer, que lo mantenía económicamente, y dejó de trabajar para devorar todos los libros que podía sobre efectos especiales, fotografía y proyecciones.

El cortometraje “Xenogénesis”, que rodó con una cámara alquilada y montó de forma casera, fue su carta de presentación para entrar a trabajar como maquetista en la factoría de Roger Corman, productor de películas de serie B. También fue ayudante de vestuario y diseñador de producción hasta pasar a dirigir cintas de terror de bajo presupuesto. Su talento no paso desapercibido y, en 1981, le ofrecieron dirigir “Pirañas II”. El fracaso de este filme le llevó a decidir que sólo dirigiría películas escritas por él. También se dio cuenta de que en ciencia ficción lo fundamental eran los efectos especiales y creó su propia compañía para perfeccionarlos: FX Digital Domain. Ahí estuvo el germen del que iba a ser su primer gran éxito: “Terminator”.

Mientras su vida profesional se encarrilaba, la personal hacia aguas. La relación con su esposa se enfrió definitivamente cuando conoció a Gale Anne Hurd, una joven ejecutiva y productora tan obstinada por el éxito como él. En 1984, antes de empezar a rodar la cinta en la que Arnold Schwarzenegger daba vida a un demoledor robot llegado del futuro, Cameron se divorció amistosamente de su esposa, que no se benefició de la gran fortuna que, posteriormente, le granjearía “Terminator”. Convertido en millonario, se casó en 1985 con Hurd, pero la relación no cuajo. Cuatro años después, se separaron de forma amistosa, circunstancia que permitió que ella fuera la productora de sus tres siguientes filmes: “Aliens”, “Abismo” y “Terminator 2”. En cuanto tuvo la sentencia de divorcio, Cameron se casó por tercera vez con Kathryn Bigelow, una atractiva, independiente y altiva directora a la que consideraba su “alma gemela”. Pero los dos estaban tan obsesionados con el trabajo que la relación amorosa tampoco se mantuvo y, en 1991, se divorciaron sin rencores. Curiosamente, ambos compitieron por el Oscar al Mejor Director y Mejor Película. Ella con “En tierra hostil”, y él con “Avatar”.

Incapaz de permanecer sin una mujer a su lado, Cameron se emparejó con Linda Hamilton, la fibrada actriz que había sido la protagonista femenina de “Terminator” y que repetía como tal en la secuela del filme. Linda, que ya era madre de un hijo de una anterior relación, fue la primera que le dio descendencia: la pequeña Josephine Archer, nacida en 1993. Poco después del feliz acontecimiento, Cameron escribió una larga historia que titulo “Avatar” y que dejó en un cajón, consciente de que la técnica no había avanzado suficiente para llevarla al cine tal y como él se la imaginaba.

Viendo que lo encasillaban como director de películas violentas decidió cambiar el registro para demostrar que podía filmar otras historias. Así surgió la comedia “Mentiras arriesgadas”, para luego hacer “Titanic”, una superproducción con Kate Winslet y Leonardo DiCaprio, que contó con el mayor presupuesto de la historia y gano 11 Oscar. En su casa, sin embargo, las cosas no iban bien. Hamilton se quejaba de que apenas pasaba tiempo con la familia y se enfureció cuando supo que en el rodaje había mantenido un romance con la actriz Suzy Amis, que interpretaba a la nieta de la abuela protagonista. James pareció entrar en vereda y accedió a casarse. La boda se celebró el 26 de julio de 1997, pero no sirvió para unirlos. A los dos años se formalizó el cuarto divorcio del director “por diferencias irreconciliables” y que le costó 100 millones de dólares. Hamilton no se lo tomó como las otras “ex” y se despachó a gusto, diciendo que era “un hombre miserable e infeliz”. En el 2000, el director se casó con Suzy, que vive semirretirada en la lujosa mansión que tienen en Santa Mónica, dedicada a criar a los tres hijos de la pareja: Claire y los mellizos Elizabeth y Quinn.

Consciente de sus propias limitaciones, James Cameron reconoce que es mejor “como hijo que como esposo”. Su madre -de carácter enérgico y vivaz- queda reflejada en las heroínas de sus películas. Tiene fama de sádico con sus actores. Ed Harris dejó de hablarle tras casi morir ahogado en “Abismo” y Kate Winslet dijo que sólo volvería a trabajar con él si le ofrecieran una cantidad “indecente” de dinero. Incluso Sigourney Weaver, con la que mantiene una buena amistad, admite que a Cameron no le importa poner en peligro la vida de sus intérpretes. Dinámico y perfeccionista durante todo el proceso de creación, el considera exagerada esa fama de tirano, que dio pie a unas camisetas con la leyenda: “Yo he sobrevivido a un rodaje con James Cameron”.

Doce años después de arrasar con “Titanic” y dedicarse a rodar documentales sobre la vida submarina, Cameron ha vuelto al cine con “Avatar”, una hermosa historia que mezcla criaturas extrañas, mitología y ecologismo, y que es la primera película que emplea el sistema 3-D en personajes de carne y hueso. Con un presupuesto de 300 millones de dólares y rodada con dos cámaras creadas por el propio director, “Avatar” ya es la película más taquillera de la historia, récord que el mismo ostentaba con “Titanic”. Y es que la novedad, el preciosismo y la espectacularidad del filme no dejan indiferente a nadie y permiten pensar que “Avatar” es el inicio de otro tipo de cine. Es, por lo menos, lo que le gustaría a este director que, con propuestas nuevas, quiere atraer al espectador hasta las salas de exhibición. Y mientras espera la gala de los Oscar, Cameron ya piensa en su próximo proyecto: una película sobre los testimonios de quienes sobrevivieron a las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki.

VÍDEOS DE James Cameron
A continuación podemos ver un vídeo de James Cameron :





Fotos de James Cameron:



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