JUAN ANTONIO SAMARANCH

juan_antonio_samaranch_torelloJuan Antonio Samaranch Torelló nació el 17 de julio de 1920 en Barcelona. Fue el primogénito de los cuatro hijos de Francisco Samaranch, un próspero empresario textil, y su segunda mujer, Juana Torelló Malvehy, perteneciente a una rica familia vinculada al cava. Miembro de la alta burguesía catalana, católica y conservadora, Juan Antonio estudió en los mejores colegios. “Nací en casa de mis padres, algo muy normal en aquella época, y de mi infancia no podría destacar nada porque todo era muy simple, aunque lo que recuerdo con mayor intensidad es el drama de la guerra civil”. A los 15 años fue detenido por la policía por afiliarse a las juventudes de Acción Popular, rama juvenil de la derechista Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), pero conseguida salió en libertad. Su madre le quiso inculcar su pasión por la música regalándole un violín, pero tocaba sin ganas, porque lo que de verdad le interesaba eran los deportes, especialmente el hockey sobre patines, el futbol y el boxeo. Llegó a subir a un ring bajo el nombre de “Kid Samaranch”.

Tras cursar estudios en la Escuela de Comercio y diplomarse en el Instituto de Estudios Superiores de la Empresa, deserto del ejército republicano y pasó la guerra escondido entre Barcelona y Francia. Acabada la contienda, vendió a sus hermanos su parte en la firma textil familiar para dedicarse a ejercer como periodista deportivo bajo el seudónimo de “Stick” en “La Prensa”, diario vespertino del Movimiento en Barcelona.

A los 26 años estuvo al borde de la muerte por una tuberculosis, pero tras recuperarse, formó parte de la selección española de hockey sobre patines que, en 1951, dio a España su primer título deportivo mundial .Apasionado por los coches y las motos, le gustaba vestir bien pero con la sobria elegancia catalana y tenía fama entre sus amigos de ser un ligón empedernido. Se le atribuyo un romance con la “vedette” Carmen de Lirio, una de las mujeres más espectaculares de la época, algo que ella desmintió años después, asegurando, en una velada alusión a la baja estatura de Samaranch, que ella “no iba con “gentlemen” de bolsillo”.

Persona especialmente bien dotada para las relaciones públicas y con una clara ambición de poder, Samaranch tuvo en 1954 su primer cargo político como concejal de Deportes del Ayuntamiento de Barcelona. Un año después, en diciembre de 1955, se casó con María Teresa Salisachs Rowe. Perteneciente a una rica familia catalana, Bibis, como se la conocía familiarmente, siempre fue considerada una de las mujeres más elegantes de nuestro país. La pareja tuvo dos hijos: María Teresa (1956), actual presidenta de la Federación Española de Deportes de Hielo, y Juan Antonio (1959), miembro del COI desde el año 2001.

Claramente interesado en el deporte, Samaranch entró en 1956 en el Comité Olímpico Español (COE), del que llegó a ser presidente en 1967. Un año antes, había sido elegido miembro del Comité Olímpico Internacional (CO1),1o que seguramente influyó para que después fuera nombrado delegado nacional de Educación Física y Deportes, cargo que ocupó entre 1966 y 1970 (etapa en la que se acuñó el celebre lema “Contamos contigo” para incentivar a la población a hacer deporte). Paralelamente a estos cargos, ejerció como procurador por la provincia de Barcelona por el tercio familiar en las Cortes franquistas. Una carrera política en el anterior régimen que culminó cuando fue nombrado presidente de la Diputación de Barcelona. “Somos millones los que tuvimos un cargo en el franquismo. Es una cuestión de edad. Fue una época de España y todos hemos salido adelante. Los que tuvimos alguna responsabilidad nos dimos cuenta de que había llegado el momento de un cambio importante”, escribió en sus memorias.

Muerto Franco y durante la transición (fue el primer mandatario que apareció hablando por televisión con un retrato de los entonces Príncipes de Asturias tras de él), Samaranch coqueteó con un proyecto de partido político de derechas llamado Concordia Catalana, pero acabó siguiendo el consejo que el rey Juan Carlos le dio; “Juan Antonio, déjate de política y dedícate al COI, que es lo tuyo y estoy seguro de que llegaras muy lejos”. El monarca no erró el tiro. Su habilidad como jefe de protocolo del COI (cargo que ostentó en dos etapas desde 1968 hasta 1980) y su destino como embajador en la Unión Soviética en 1977) le convirtieron en el candidato ideal para reemplazar, en la presidencia del Comité Olímpico Internacional, al inmovilista lord Killa-nin. Así fue como el 16 de julio de 1980, en una ceremonia oficiada en Moscú, Samaranch se puso al frente del olimpismo. “Me propuse cinco objetivos: reforzar la unidad del movimiento olímpico; luchar sin cuartel contra el dopaje; alentar la política a favor de la no discriminación; abrir los Juegos Olímpicos a los mejores, superando las diferencias entre profesionales y amateurs y aumentar la presencia de la mujer”, declaró este hombre que, en los 21 años de su mandato, presidió 10 ediciones de Juegos (cinco de verano y cinco de invierno).

Hombre visionario y adelantado a su tiempo, dotado de mucha intuición y capaz de generar equipos que trabajaran con entusiasmo, Samaranch fue, según ha dicho Michel Platini, presidente de la UEFA, “quien llevé el movimiento olímpico a la era moderna”. Sacó de la bancarrota al movimiento olímpico gracias a multimillonarios contratos televisivos y a un programa de patrocinadores de ámbito mundial, mejoró la calidad de los Juegos, acabó con la barra libre del dopaje, creó el Museo Olímpico de Lausana y fue el principal artífice para que Barcelona celebrase los juegos Olímpicos en 1992.

A caballo entre Lausana (donde tenía reservada la última planta del Hotel Palace) y Barcelona, donde tenia su casa, Juan Antonio y Bibis pasaban muchas temporadas separados. “El secreto de nuestra felicidad es la amistad, el respeto, la educación”, decía de su mujer este hombre que, además de jugar al golf y al tenis, cada día practicaba “una tabla de ejercicios inventada por mi”.

Entre 1987-1999 fue presidente de La Caixa, en 1988 recibió el Premio Príncipe de Asturias del Deporte y, tres años más tarde, se le concedió el título de marqués de Samaranch. Tras la muerte de su esposa en el 2000, su estado de salud empezó a flaquear, pero consiguió salir adelante gracias a su familia y a la pintora Lluïsa Sallent, que se convirtió en su pareja. Los Juegos Olímpicos de Sidney 2000 fueron considerados por Samaranch “los mejores de la historia” y llegaron un año antes de su adiós a la presidencia del COI.

Hombre cordial, afectuoso, sencillo pero contenido, Samaranch se retiro para dar paso a su sucesor sin ver cumplido su sueno de que Madrid consiguiera unas olimpiadas. El 21 de abril falleció en la clínica Quirón de Barcelona de una parada cardiorrespiratoria. Una de las últimas cosas que hizo antes de sentirse mal y quedar inconsciente fue ver la final del torneo de tenis de Montecarlo en el que Rafa Nadal ganó a Fernando Verdasco.

VÍDEOS DE Juan Antonio Samaranch
A continuación podemos ver un vídeo de Juan Antonio Samaranch :





Fotos de Juan Antonio Samaranch:



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