
Lev
Nikolayévich Tolstói, más conocido como
León Tolstói, nació el 9 de septiembre
de 1828 (28 de agosto, según el calendario ortodoxo ruso)
en la mansión familiar de Yásnaya Polayna, a unos
200 kilómetros de Moscú. Fue el cuarto hijo varón
del conde Nikolai Tolstói y la princesa María
Volskonskaia, quien moriría dos años después
por complicaciones del parto de su quinto hijo. Durante su infancia,
León y sus hermanos fueron educados por un preceptor
alemán, del que aprendieron la lengua germana, y por
su tía Toinette, que les dio ciertas nociones de francés.
En verano de 1837,cuando León tenía 10 años,
su padre murió a causa de una apoplejía y él
y sus hermanos quedaron bajo la tutela de sus tías.
A los 14 años, inició sus estudios en la Universidad
de Kazan con el objetivo de convertirse en diplomático.
Interesado por los idiomas, aprendió árabe,
turco y mejoró su francés. En esa etapa descubrió
al pensador francés Jean-Jacques Rousseau, cuyas teorías
sobre la defensa de la bondad del hombre calaron hondo en
el joven Tolstói y le llevaron a estudiar Derecho.
De carácter inquieto, la vida universitaria llegó
a hastiarlo y en 1847, con 19 años, fingió una
enfermedad y abandonó los estudios, regresando al hogar
paterno, que él había heredado. Una vez instalado,
se propuso poner en marcha diversas reformas sociales que
modernizaran la agricultura y mejoraran las condiciones de
vida de sus siervos, pero apenas encontró colaboración
por parte de sus trabajadores, reacios a cambiar el sistema
establecido. Desilusionado, León me marchó a
Moscú, donde pasó un tiempo frecuentando burdeles
y acumulando deudas de juego. La misma vida llevó en
San Petersburgo hasta que, en 1851, a los 23 años,
optó por seguir los pasos de su hermano Nikolai y enrolarse
en el Ejército para luchar en el Cáucaso. Mientras
permaneció en el frente llevó una vida casi
ascética: no bebió, ni estuvo con mujeres, ni
participó en las partidas de naipes organizadas por
sus compañeros. Todas sus fuerzas las dedicó
a escribir la que sería su primera obra, “Infancia”,
un relato autobiográfico que se publicó en el
año 1852 por el editor de la revista “Contemporáneo”.
La trilogía sobre su vida la completarían “Adolescencia”
(1854) y “Juventud” (1856). En ellas ya están
presentes las características literarias por las que
pasaría a la posteridad como uno de los mayores representantes
del realismo.
En 1856, la muerte de su hermano Dimitri a causa de la tuberculosis
le afectó profundamente y decidió volver de
nuevo a su mansión de Yásnaya Polayna, ofreciéndoles
la libertad a sus siervos, quienes creyeron que se trataba
de una trampa que les tendía su señor y no aceptaron.
Esta negativa y algunos desengaños amorosos contrariaron
a León hasta el punto de que emprendió un largo
viaje por el extranjero, visitando Francia, Suiza (donde conoció
a su admirado Rousseau), Italia y A1emania.A pesar de que
entró en contacto con nuevas culturas, continuaba sintiéndose
insatisfecho, por lo que, dos años después,
regresó a su mansión. En lugar de intentar cambiar
la vida de los campesinos, Tolstói se mezcló
con ellos, arando y segando. En este tiempo retomó
sus viejas teorías sociales y abrió diversas
escuelas gratuitas para los hijos de los siervos.
A pesar de que, según él, no tenía un
físico muy agraciado, el joven escritor tuvo un gran
éxito con las mujeres. “Mis facciones son comunes,
toscas y feas, con pequeños ojos grises, más
tontos que inteligentes”, escribió sobre él
mismo en “Juventud”. Uno de sus grandes amores
fue una campesina llamada Aksinia, aunque no hizo pública
esa relación por recomendación de su familia.
En 1861, inició otro viaje por Europa con la finalidad
de conocer de primera mano nuevos sistemas pedagógicos.
Durante su estancia en Bruselas, conoció al socialista
Pierre-Joseph Proudhon, quien le comentó que estaba
escribiendo un ensayo sobre los conflictos bélicos
que llevaría por título “La guerra y la
paz”, conceptos que cautivaron al escritor. En abril
de ese mismo año, se abolió la servidumbre en
Rusia, hecho que animó a León Tolstói
para seguir con más ahínco en su labor social
a favor de los campesinos de su localidad natal. Después
de 10 nuevas escuelas, fue nombrado juez de paz de esa zona.
A los 34 años, Tolstói se enamoró perdidamente
de Sofía Andreievna Bers, hija de un conocido médico
moscovita. Extremadamente tímido cuando estaba en su
presencia, no encontraba las palabras para pedirle que se
casara con él y, finalmente, se valió de una
pizarra para hacerle la petición de matrimonio. En
ella escribió el inicio del mensaje, que la joven comprendió
enseguida. Aunque ella accedió a casarse con él,
el escritor quiso que antes conociera su ajetreado pasado
y le pidió que leyera su diario. Sofía se dio
por enterada de las andanzas de su prometido y la pareja se
casó el 23 de septiembre de 1862 en Moscú. Los
primeros años de matrimonio fueron los más felices
y coincidieron con una fértil etapa muy creativa de
León, que se volcó en la escritura de “Guerra
y Paz”, una novela sobre la historia de diversas familias
durante la guerra napoleónica en Rusia que tardaría
cinco años en redactar. Obsesionado por las correcciones
estilísticas, llegó a reescribirla siete veces
y la encargada de transcribir los cambios era su esposa. Aunque
la obra tuvo un gran éxito y la familia empezó
a aumentar (tuvieron un total de 13 hijos, de los que sobrevivieron
8), León no se sentía feliz e intentaba buscar
motivos de satisfacción en sus tareas pedagógicas
que llevaba a cabo con los hijos de los campesinos. En 1872,
un hecho real le inspiró otra de sus novelas más
famosas: la mujer de un rico terrateniente se había
suicidado arrojándose bajo un tren tras ser abandonada
por su amante. Aquella historia le llevó a escribir
la magnifica “Anna Karenina”.
A medida que pasaban los años, su vida conyugal se
deterioraba. Sofía no estaba de acuerdo con el comportamiento
de su esposo, que no tenía reparos en dar parte de
su riqueza a desconocidos que lo visitaban. Tras poner el
punto final de “Anna Karenina” (1877), Tolstói
sufrió una grave crisis e intentó encontrar
el sentido de su vida en el cristianismo. Desengañado,
después de dos años recorriendo monasterios,
estableció su propia religión, que rechazaba
los dogmas y los milagros y abogaba por llevar una existencia
lo más sencilla posible. Dejó de beber, se volvió
vegetariano y se dedicó a confeccionar zapatos. Aunque
durante esta etapa escribió, sobre todo, ensayos y
trabajos teóricos, publicó tres novelas muy
aclamadas: “La muerte de Iván Ilich” (1886),
“La sonata a Kreutzer” (1889) y “Resurrección”(1899),
cuyo fuerte contenido anticlerical provocó que la Iglesia
lo excomulgara dos años más tarde. Firme luchador
contra las injusticias sociales, Tolstói era partidario
de la no violencia, una idea que inspiró a un entonces
joven Gandhi, con el que el escritor se carteó hasta
su muerte.
Muchos fueron los admiradores del autor que quisieron conocerlo
y se desplazaron hasta su residencia. Algunos y de ellos pudieron
ser testigos de la mala relación entre el matrimonio,
cuya convivencia estaba cada día mas deteriorada. “Se
vive una atmósfera tensa, dolorosa, difícil”,
escribía Tolstói en su diario. “Me tortura
con su frialdad, su crueldad y su extremo egoísmo”,
dejaba por su parte constancia Sofía en sus notas que,
tiempo después, verían la luz en forma de libro.
El 27 de octubre de 1910, León oyó como su
esposa removía sus cajones. Para él, fue la
gota que colmó el vaso y, a los 82 años (y tras
48 de matrimonio), decidió marcharse de casa. Dejó
una nota a Sofía en la que le aseguraba que deseaba
“pasar en la soledad y el silencio los últimos
días de mi existencia” y partió acompañado
por su hija menor, Sasha. Sin preocuparse por su destino,
tomó varios trenes y, en uno de los trayectos, cogió
un resfriado que se complicó en una fuerte pulmonía.
Gravemente enfermo, le habilitaron una especie de habitación
en la estación de Astapovo, hasta donde se acercaron
numerosos periodistas y curiosos. También su esposa
quiso verle, pero un Tolstói agonizante le prohibió
la entrada. El celebérrimo escritor ruso cerró
los ojos en la madrugada del 20 de noviembre de 1910.
VÍDEOS DE Leon Tolstoi
A continuación podemos ver un vídeo de Leon Tolstoi :