Lope
Félix de Vega Carpio (este último apellido se
lo añadió a su nombre guiado por la vanidad de
fantasear que era descendiente del héroe de leyenda Bernardo
de Carpio) nació el 12 de diciembre de 1562 en Madrid.
Su padre fue un maestro encajero, Félix de Vega, y su
madre una discreta ama de casa, Francisca Fernández,
que tuvieron cuatro hijos más. Considerado como uno de
los autores mas prolíficos de la literatura española,
así como uno de los más importantes poetas y dramaturgos
del Siglo de Oro español, durante su infancia demostró
gran precocidad ya que, con 5 años, sabía leer
perfectamente en castellano, componía versos y traducía
del latín.
Entre 1574 y 1576, años en los que fue estudiante
en el Colegio Imperial de los Jesuitas y aprendió el
arte de la esgrima, la retórica, el canto, el baile
y la gramática, escribió su primer drama, “El
verdadero amante”. En 1577, lo tomó bajo su protección
el obispo de Ávila e ingreso en la Universidad de Alcalá
de Henares, donde estudió durante cuatro años
aunque no se tituló debido a su conducta desordenada
y mujeriega, que hizo que su protector dejara de costearle
los estudios. Sin ingresos, se puso a trabajar como secretario
de aristócratas y señores.
Dotado de una gran inteligencia, a los 21 anos empezó
a ganarse la vida como dramaturgo y vivió el que sería
su primer gran romance. Fue con Elena Osorio, la “Filis”
de sus versos y cuyo amor plasmó en “La Dorotea”.
El romance se trunco, sin embargo, cuando Elena se casó
con el actor Cristóbal Calderón, sobrino de
un cardenal y mucho mejor partido económicamente. Dominado
por el rencor, Lope vertió toda suerte de insultos
contra la familia de su amada en numerosos sonetos y en la
comedia “Belardo furioso”, que lo denunciaron
y fue arrestado en 1588.Al salir de prisión, despechado,
reincidió en el libelo y esta vez la condena en el
juicio fue más severa: se le expulsaba por un periodo
de ocho años de la Corte y durante otros dos del reino
de Castilla con amenaza de pena de muerte si no acataba la
sentencia. Sin embargo, el 10 de mayo de aquel año
1588 se casó (tras un rapto consentido por la joven)
con Isabel de Alderete y Urbina, hija del pintor Diego de
Urbina, a quien rebautizo como “Belisa” en sus
versos y con la que se instaló en Valencia. En la ciudad
levantina vivió la única etapa de tranquilidad
que tuvo en toda su vida. Allí compuso multitud de
comedias e inventó el teatro moderno, dejando de lado
las formas aristotélicas en boga y asumiendo el “imbroglio”
italiano, que contaba dos historias en vez de una dentro de
la misma obra y escribió muchos de los sonetos más
perfectos de la lírica castellana.
Tras alistarse en la Gran Armada y cumplir los dos años
de destierro del reino se instaló en Toledo en 1590,
donde sirvió al marqués de Malpica y al duque
de Alba. Cuatro años después, murió su
esposa a los pocos días de alumbrar un hijo. En cuanto
hubo cumplido los ocho años de destierro de la Corte
se instaló en Madrid. Era ya el año 1595, y
al poco fue procesado por amancebamiento con la actriz Antonia
Trillo. Tres años después, se casó con
Juana de Guardo, hija del abastecedor de carne de la Corte
que se había hecho rico. Aquella relación motivo
las burlas de Luis de Góngora, quien aseguraba, como
otros autores de la época, que Lope se había
casado por dinero. Fuera o no cierto, el matrimonio tuvo cuatro
hijos: Carlos Félix, Feliciana, Teodora y Antonia,
al mismo tiempo que su obra literaria también crecía.
Su dedicación a la escritura y su vida familiar no
le impidieron seguir siendo un mujeriego. Se enamoró
perdidamente de Micaela de Luján -la l1amaba Celia
o Camila Lucinda en sus versos-, con la que estuvo hasta 1608
y tuvo otros cinco hijos : Marcela, Lope Félix, Ángela,
Jacinta y Juan.
Para mantener a sus dos familias, a sus numerosas amantes
-muchas de ellas actrices como Jerónima de Burgos o
Marina de Aragón- y a un montón de hijos entre
legítimos e ilegítimos, Lope tuvo que trabajar
muy duro, escribiendo un sinfín de comedias y poesías
líricas. Ser tan prolífico le acarreó
numerosos quebraderos de cabeza, porque muchas veces se publicaban
sus obras sin permiso y sin estar corregidas, por 1o que fue
el primer escritor profesional que pleiteó por conseguir
derechos de autor. A partir de 1610, fue la época en
la que escribió sus obras mas conocidas: “Peribáñez
y el comendador de Ocaña”, “Fuenteovejuna”,
“La dama boba” o “El perro del hortelano”.
En lo personal le encantaban las flores, tocaba el violín,
tenía incontables gatos y detestaba las corridas de
toros y los juegos de naipes. Su religiosidad no le impidió
ser notablemente promiscuo y era tan celoso que una vez abofeteó
a Elena Osorio por demostrar públicamente su admiración
por un torero. Siempre fue una persona muy generosa y cariñosa,
que se ganó el respeto del pueblo. Mordaz con sus enemigos
-entre ellos, Cervantes, Góngora y Alarcóne-,
el Ejército le adoraba por su pasado militar. La muerte
de varios de sus seres queridos le afectó tanto emocionalmente
que, el 24 de mayo de 1614, decidió ordenarse sacerdote,
motivo por el que, a partir de ese momento, empezó
a escribir numerosas obras devotas y versos de inspiración
filosófica, siendo la más famosa “Rimas
sacras”. Dos años después rompió
su voto de castidad al mantener relaciones con Marta de Nevares,
a la que en sus poemas llamaba Amarilis o Marcia Leonarda.
Marta se convirtió en su pasión tardea y con
ella tuvo a su última hija, Antonia Clara.
De hecho, en una carta al duque de Sessa confesaba que “estoy
perdido, si en mi vida lo estuve, por alma y cuerpo de mujer
y Dios sabe con qué sentimiento mío, porque
no sé como ha de ser ni durar esto, ni vivir sin gozarlo”.
Su amor por Marta se fue apagando a medida que Marta fue quedándose
ciega y finalmente murió en 1628, víctima de
la locura.
A pesar de los honores recibidos por el rey Felipe IV y l
por el papa Urbano VIII -que le otorgó un doctorado
honorario en teología y la Cruz de la Orden de San
Juan de Jerusalén-, los últimos años
de su vida fueron bastante ajetreados, ya que su hijo Lope
Félix “Lopito” murió ahogado, su
hija Antonia Clara fue secuestrada por un hidalgo y Marcela
se hizo monja.
Lope de Vega murió el 27 de agosto de 1635. Junto
a él estaban una hija y algunos allegados entre los
que figuraba el duque de Sessa, uno de sus más rendidos
admiradores y quien costeó el magnifico entierro y
los suntuosos funerales que se celebraron en varias parroquias
de Madrid. Lope fue enterrado en la iglesia de San Sebastián
pero, tras sucesivas reformas de ese templo, sus restos acabaron
en una fosa común bajo el altar junto a los de Marta
de Nevares. Miguel de Cervantes, uno de sus mas fervientes
enemigos, le calificó de “Fénix de los
ingenios y monstruo de la naturaleza” debido a su gran
destreza al escribir y a su extraordinario legado literario,
en el que se contabilizan unos 3.000 sonetos, 1.800 comedias,
9 epopeyas, 4 novelas cortas, 3 novelas y otros 3 poemas didácticos.
Con el paso de los siglos se le ha considerado, con Calderón
de la Barca y Tirso de Molina, uno de los máximos exponentes
del teatro barroco español y sus obras siguen representándose
hoy en día con gran éxito. Hace unas semanas,
la ajetreada vida del dramaturgo y poeta español ha
vuelto a la actualidad gracias al estreno de la película
“Lope”, protagonizada por Alberto Ammann, Leonor
Watling y Pilar López de Ayala.
VÍDEOS DE Lope de Vega
A continuación podemos ver un vídeo de Lope de Vega :