Los hermanos Wright, primeros aviadores de la historia

Los hermanos WrightEran los dos hijos pequeños de los cinco que tuvieron el pastor protestante Milton Wright y su mujer Susan Catherine Koerner. Wilbur nació en Milville, Indiana, (EEUU) en 1867 y Orville, cuatro años después, en Dayon Ohio, donde pasarían toda su vida. A pesar de que sus padres los educaron con severidad, nunca les prohibieron desarrollar su fantasía y su afán infantil por saber cómo funcionaban las cosas.

En la Navidad de 1878, cuando Wilbur tenía 11 años y Orville, 7, su padre le regaló al mayor un helicóptero de juguete, réplica del invento del francés Alphonse Pénaud, propulsado por una tira de goma, que ellos copiaron.

De jóvenes, la muerte de su madre y la marcha de sus hermanos mayores hizo que los dos hijos pequeños de los Wright se uniesen más que nunca llegando, incluso, a emprender su carrera profesional y empresarial juntos.

Apasionados por las máquinas, montaron una pequeña empresa de fabricación y venta de equipos para imprentas, pero los suyo era el movimiento y, pronto dieron un giro a su negocio, abriendo un taller de construcción y reparación de bicicletas. En é1, los hermanos Wright podían, a la vez que trabajaban, aprender sobre cómo funcionan las leyes de la física para no caerse de una bici, la importancia del diseño o la influencia de la resistencia del viento porque ambos compartían un sueño: Crear una máquina voladora.

Se podría decir que ese sueño empezó a ser una investigación seria y oficial cuando Wilbur escribió al Instituto Smithsonian de Washington para solicitar toda la información que existiese sobre la aviación: “Soy un entusiasta, pero no un excéntrico. Deseo disponer de todo lo que se sabe y, de ser posible, añadir mi entusiasmo para ayudar y lograr el éxito final”.

Cuando ya se habían empapado de toda la literatura de aviación habida y por haber, los Wright decidieron ponerse manos a la obra para construir su primer aeroplano a partir de los prototipos de sus predecesores.

Su objetivo era ser pilotos, pero para ello, antes tenían que conseguir que una máquina se mantuviese en el aire por sí misma y, después del accidente que había sufrido el alemán Otto Lilienthal cuando probaba uno de sus planeadores, sabían que el problema básico estaba en el equilibrio y la estabilidad. Para solucionarlo estudiaron también el vuelo de las aves, tal y como contaba Wilbur: “Mis observaciones del vuelo de las águilas me llevan a creer que, cuando una ráfaga de viento las inclina, recuperan su equilibrio lateral moviendo los extremos de las alas”.

Así los Wright inventaron un dispositivo que permitía mover las puntas de las alas y que, más adelante, se convertiría en lo que hoy conocemos como alerones. Para probar el descubrimiento, construyeron la “cometa Wrigh”, que volaba perfectamente, aunque el gran paso lo dieron al crear un planeador que aguantaba el peso de un hombre.

Buscaron un sitio ventoso donde probar el invento y lo trasladaron a la playa de Kitty Hawk, en Carolina del Norte. Pero ese verano de 1900, curiosamente, hizo poco viento y apenas pudieron probarlo.

Al año siguiente, después de haber aumentado la superficie y la curvatura de las alas, lo volvieron a intentar, esta vez en Kill Devil Hill, a unos seis kilómetros de Kitty Hawk, donde las grandes dunas se convirtieron en unas plataformas de lanzamiento perfectas. Pero tampoco hubo suerte.

Durante otro año los hermanos Wright trabajaron en mejorar el modelo hasta que sólo quedó un “pequeño” detalle; construir un motor que no pesase demasiado.

Los expertos en automóviles no pudieron crear uno lo suficientemente potente y ligero, así que los Wright tuvieron que ingeniárselas ellos mismos para construirlo. Ya antes habían hecho alguno para su taller de bicicletas y, al final, no les costó mucho. En un planeador más grande y mejor construido que el de las primeras pruebas de 1902, los hermanos Wright colocaron un motor de 12 caballos y unas hélices creadas expresamente a partir de sus conocimientos de aerodinámica. Al conjunto le llamaron “Flyer I” (“Volador”), aunque luego fue conocido como el “Kitty Hawk” y lo trasladaron a Kill Devil Hill en donde habían construido un cobertizo para protegerlo de la intemperie, esperando el momento para poder pilotarlo ya que el tiempo andaba algo revuelto aquellos primeros días de diciembre de 1903.

El día perfecto llegó el 13 de diciembre. Todo estaba previsto. Todo, menos la aprobación paterna. El severo obispo Wright no veía con buenos ojos que sus hijos probasen aquel invento del demonio en domingo y el vuelo se tuvo que posponer.

A la mañana siguiente, Wilbur y Orville Wright amanecieron emocionados para jugarse a cara o cruz quien de los dos pilotaría el avión que habían tardado cuatro años en construir y perfeccionar. Le tocó al mayor, Wilbur, que siempre había ejercido de “jefe” no oficial del dúo de inventores, pero su destreza pilotando le llevó a estrellarse.

Tres días después, una vez reparados los desperfectos, le tocó el turno a Orville.

A las 10:35 de la mañana del 17 de diciembre de 1903, el “Flyer I” se elevó durante 12 segundos y recorrió 38 metros. Cada hermano hizo dos vuelos ese día hasta que Wilbur volvió a estrellarse después de permanecer 59 segundos en el aire y recorrer casi 230 metros.

Ningún periodista acudió al evento y mucha gente no creyó la hazaña. Pero los hermanos Wright siguieron trabajando para perfeccionar su modelo. Así el “Flyer III”, con un motor de 20 caballos de potencia consiguió en 1905 permanecer más de media hora en el aire, recorriendo 38 kilómetros. Pero poca gente hacía caso a sus progresos y los hermanos Wright, por miedo al espionaje industrial, no hacían exhibiciones públicas. Por eso, cuando el brasileño Santos-Dumont consiguió elevarse unos metros en un curioso aparato con forma de oca sin cola en París todos creyeron que se trataba del primer piloto del mundo. El reconocimiento de los Wright no llegaría hasta1908. En ese año, el ejército de EEUU les encargó un avión y Wilbur viajó a Europa para hacer una demostración que entusiasmó al público y ridiculizó los primitivos experimentos europeos.

Por desgracia, ese mismo año, Orville sufrió un accidente con uno de los prototipos en el que murió el pasajero que llevaba, el teniente Thomas E. Selfridge, pero el incidente no hizo más quemotivar a los Wright a mejorar su invento para hacerlo cada vez más fiable y seguro.

El 30 de mayo de 1912 Wilbur falleció de una fiebre tifoidea en Dayton y su hermano tuvo que continuar solo con el trabajo de perfeccionamiento del avión hasta su muerte en 1948, también en su pueblo natal de Dayton.

Ambos murieron siendo solteros, porque volar fue siempre su única pasión.


VÍDEOS DE Los hermanos Wright
A continuación podemos ver un vídeo de Los hermanos Wright :





Fotos de Los hermanos Wright:



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