Louis B Mayer

louis_b_mayerEliezer Meir nació el 12 de julio de 1884 en Dumier (Ucrania). Fue el tercero de los cinco hijos de Jacob Meyer, vendedor ambulante, y Sarah Meltzer, una ama de casa que a duras penas lograba sacar adelante a la familia. Años más tarde, cuando Eliezer se convirtió en un avispado hombre de negocios, inventó parte de su biografía, afirmando que nació el patriótico 4 de julio de 1885. Cuando tenía 8 años y debido a la revolución antisemita surgida tras la muerte del zar Nicolás II, su familia emigró a Saint John (Canadá). Allí nacieron sus dos hermanos pequeños y el padre volvió a trabajar en la venta ambulante y el comercio de chatarra. Lazer, como le llamaban, fue muy poco a la escuela. Sufrió abusos físicos y emocionales por parte de un padre autoritario, abandonó los estudios para arrimar el hombro en casa y su progenitor le enseñó a bucear para buscar piezas de metal de barcos hundidos que vendían por la ciudad junto a la chatarra que encontraban en las calles. Aquel adolescente regordete y bajo, con gafas, de pelo y ojos castaños, se convirtió en una persona sociable, emprendedora y con ansias de grandeza. Tras adoptar el nombre más americano de Louis Bert Mayer, a los 19 años emigró a Boston y abrió su propio negocio de venta de chatarra. En una carnicería de su barrio vio una foto de Margaret Shenberg, de la que se quedó prendado. Se casaron el 14 de junio de 1904.

Instalados en un principio con los padres de ella, el matrimonio se dedicó a la venta de artículos de segunda mano. Al poco, se fueron a vivir solos y en 1905 tuvieron a su primera hija, Edith. Dos años después, nació la segunda, Irene. Ese mismo año, el cine se había convertido en una de las principales distracciones de la gente y, a través de un amigo, Louis invirtió sus escasos ahorros en el alquiler de un teatro de revista. Junto a sus hermanos pintó y reformó el local, rebautizándolo como Teatro Orpheum. Allí, con Louis ejerciendo como gerente y su mujer haciendo galletas, empezaron a proyectarse películas. Al poco, viajó a Nueva York y contrató los mejores espectáculos itinerantes y a grandes estrellas como Mary Pickford o Fred Astaire.

En 1912 obtuvo la ciudadanía americana, compró más teatros y, un año más tarde, fundó la Louis B. Mayer Company para adquirir los derechos, contratar, vender, producir o dirigir obras de todo tipo y se convirtió en el propietario de la cadena de cines más importante de Nueva Inglaterra. En su vida familiar, Louis era un padre cariñoso y atento. Enseñó a sus hijas a remar, pescar, conducir calesas y cambiar las ruedas de los coches y fue muy exigente con ellas en sus estudios. En 1913, sufrió un duro golpe por el fallecimiento de su madre, a quien Mayer se sentía muy unido. Tal era la reverencia que sentía hacia ella, que, una vez, cuando el director Erich von Stroheim le dijo que todas las mujeres eran una prostitutas, Mayer le preguntó si consideraba que su madre era una de ellas y le asestó un puñetazo en la cara.

A través de su empresa de exhibición adquirió los derechos de su primera película, “El prófugo” y, posteriormente, de “Lluvia de dólares”, ambas del entonces desconocido Cecil B. De Mille, que le reportaron a Mayer unas suculentas ganancias. En 1915, la compra de los derechos de “El nacimiento de una nación”, de D. W Griffith, le hizo ganar una fortuna. Se trasladó a California y creó su productora: la Louis B. Mayer Pictures. En aquella época, Hollywood era una pequeña aldea, con mucho sol, bosques y campos de naranjos, donde se iban a poner los cimientos de la poderosa industria del cine. Otros avispados hombres de negocios, como Mayer, empezaron a producir más películas. En 1924, el auge del cine fue tan grande que Mayer vendió su estudio al productor Marcus Loew -propietario de la Metro Pictures Corporation y la Goldwyn Pictures Co. -creándose la Metro Goldwyn Mayer. Louis se convirtió en el jefe del gran estudio y un jovencísimo Irving Thalberg, casado con la actriz Norma Shearer, en el jefe de producción que le proporcionó películas como “Avaricia”, “Ben Hur”, “El demonio y la carne” o “La letra escarlata”.

En 1928, crearon el emblema del león y su lema “Ars Gratia Artis”(Arte por el arte mismo). Haciendo honor a su slogan “Más estrellas que en el cielo”, pusieron en nomina a “stars” como Greta Garbo, Hedy Lamarr, Fred Astarie, Clark Gable, Joan Crawford, Elizabeth Taylor, Johnny Weissmüller, Jean Harlow, Katharine Hepburn o Spencer Tracy, entre otros.

Mayer odiaba los escándalos, valoraba la buena educación y manejaba con mano de hierro las riendas de un estudio que acabaría convirtiéndose en la mayor fábrica de “glamour” y de sueños del mundo. Fue un acérrimo activista del partido republicano y su gran astucia en el mundo de los negocios le llevó a firmar un excelente acuerdo con William Randolph Hearst, magnate de la prensa: a cambio de promocionar a Marion Davies, una pésima actriz amante de Hearst, Mayer obtenía promoción gratuita de sus películas en los numerosos diarios y revistas del empresario. Consciente del vicio que reinaba en Hollywood, alejó a sus actores de los escándalos sexuales y de las drogas con duros castigos, contratos multimillonarios y pactos secretos con los periodistas más chismosos de la meca del cine. Llegó a forzar a actores homosexuales, como Van Johnson, a que se casaran para evitar habladurías. Mayer lanzó a la fama a la perrita Lassie, creó a Tarzán, moldeó a los hermanos Marx y alcanzó el respeto de la industria con las producciones de “Lo que el viento se llevó” (1939), “El mago de Oz” (1939), “El cartero siempre llama dos veces” (1946), “El padre de la novia” (1950) o “Cantando bajo la lluvia” (1952). Fue el primer ejecutivo que ganó un millón de dólares al año y uno de los impulsores de los Oscar. En su tiempo libre se refugiaba en su rancho, donde poseía la mejor cuadra de caballos del país. Orquestó el matrimonio de su hija Irene con David O. Selznick, uno de los mejores productores de la era dorada del cine. En 1947, se divorció de su esposa, Margaret, y, al año siguiente, se casó con la actriz Lorena Layson.

La difusión de la televisión en la década de los cuarenta causó una gran crisis en el estudio. Marcus Loew contrató a Dore Schary como jefe de producción y las peleas entre éste y Mayer fueron cada vez más frecuentes. Mayer lanzó el ultimátum: “O Schary o yo. En esta compañía no hay lugar para los dos”. Loew se quedó con Schary y Mayer se retiró de la vida pública. En 1957, Mayer falleció a causa de una trombosis y, con él, murió una de las épocas más gloriosas de la historia del cine. Su herencia, formada por impresionantes mansiones en Hollywood, terrenos sin edificar, pólizas de seguro de vida, decenas de cuentas bancarias, acciones en petrolíferas o empresas del mundo del espectáculo fue para su hija Irene -Edith había sido desheredada por haberse distanciado de la familia-, su viuda, sus nietos y otros parientes. Su apasionante historia queda reflejada en la biografía “El león de Hollywood. La vida y la leyenda de Louis B. Mayer” (Ed. Debate), recientemente publicada. Actualmente, la MGM es propiedad de Sony, tras haber pasado por muchas manos, como las de Ted Turner.

VÍDEOS DE Louis B Mayer
A continuación podemos ver un vídeo de Louis B Mayer :





Fotos de Louis B Mayer:



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