Louis
Braille nació el 4 de enero de 1809 en Coupvray, un pequeño
pueblo a las afueras de Paris (Francia). Fue el cuarto hijo
de Simon-René, fabricante de arneses y artículos
de piel, y Monique, ama de casa. La llegada al mundo de Louis
cogió al matrimonio por sorpresa, ya que la pareja tenía
una hija de 16 años, Monique-Cataherine-Joséphine,
un hijo de 14, Louis-Simon y otra niña de 12, Marie-Céline.
A los 3 años, Louis entró en el taller donde
su padre estaba trabajando y, para imitarle, cogió
uno de los punzones que usaba para perforar el cuero, con
tan mala fortuna que tropezó y la punta se clavó
en su ojo derecho. En aquella época los conocimientos
médicos eran escasos y el especialista del pueblo le
aplicó unos ungüentos que empeoraron la situación.
El ojo derecho se le infectó y, a causa de la sympathetic
ophthalmia 0 granulomaotous uveitis, el ojo izquierdo quedó
afectado a través del nervio óptico y, tras
sufrir terribles dolores, perdió la visión por
completo. El pequeño demostró una gran entereza
y, gracias a su coraje y al cariño de su familia, pudo
soportar aquellos primeros y difíciles momentos de
ceguera haciendo una vida lo más normal posible. Louis
acudió a la escuela junto a sus amigos, aprobó
sin problemas las asignaturas y no permitió que su
anomalía interfiriera en su vida cotidiana. Sin embargo,
llegó un momento en que el colegio de su pueblo no
disponía de los recursos suficientes para satisfacer
sus necesidades, por lo que su padre escribió al ministro
del Interior para que mediara en su admisión en el
Instituto Nacional para Jóvenes Ciegos, de París,
uno de los primeros centros en el mundo creado especialmente
para estudiantes invidentes.
Tras obtener una beca, a los 10 años ingresó
en esta escuela donde las reglas eran muy estrictas, se aprendían
oficios sencillos, se enseñaba por vía oral
geografía, música, historia, aritmética,
ciencias o gramática y se asistía a clases de
lectura ya que cl fundador, Valentin Haüy, había
desarrollado un sistema de impresión de libros con
los caracteres en relieve que permitía la lectura táctil.
Pero aquel método resultaba muy incómodo, ya
que las letras de cobre eran demasiado grandes, se tardaba
mucho tiempo en leer una frase y los libros eran demasiado
caros y muy pesados. Por ejemplo, una fábula de Jules
Renard, ocupaba siete volúmenes de unos cuatro kilos
de peso cada uno.
A su regreso a casa por las vacaciones de verano, el pequeño
Louis empezó a idear su propio sistema de lectura recortando
trozos de cuero con formas de triángulo y círculos
que combinó para formar las distintas letras. Pero,
su idea no funcionaba. Aquello no le desanimó y, además,
profundizó en sus inquietudes musicales: aprendió
a tocar el violoncello y el órgano y, gracias a estas
habilidades, le contrataron en numerosas iglesias del país
para las misas de los domingos y otros acontecimientos importantes.
En 1821, el oficial del ejército Charles Barbier de
la Serre acudió a la escuela para presentar un nuevo
sistema de lectura y escritura táctil, denominado sonografía,
basado en diversas combinaciones de 12 puntos y rayas en relieve
formando signos equivalentes a los diferentes sonidos del
lenguaje con la intención de que formara parte del
sistema educativo. El aparato resultó de gran utilidad
durante la guerra ya que los soldados podían intercambiarse
mensajes en las trincheras sin que el enemigo descubriera
su posición. Con gran curiosidad, Louis probó
el invento y observó que su funcionamiento era mejor
que el sistema de Haüy, pero seguía siendo lento,
tosco, difícil de aprender y con varios defectos, ya
que carecía de signos de puntuación, no se acentuaban
las vocales, se necesitaban cientos de puntos para formar
una oración y se imposibilitaba la realización
de operaciones matemáticas o la escritura de partituras
musicales. Así que durante otras vacaciones se propuso
mejorar la sonografía, lo que indispuso a Barbier:
“Mi método no necesita ningún arreglo
y ¡menos por parte de un chico de 12 años!”,
le espetó el oficial al director de la escuela. Por
suerte, Louis recibió el apoyo de sus padres, que le
cuidaban con mucho cariño mientras el pequeño
se pasaba horas y horas en el taller paterno intentando simplificar
el sistema.
Después de muchos sacrificios y privaciones, en 1825
presentó con éxito a los profesores y alumnos
del instituto un sistema de lectura táctil, a través
de las yemas de los dedos, consistentes en la combinación
del relieve en celdas de seis puntos, combinatoria que le
permitía formar todas las letras, los acentos, los
signos matemáticos y de puntuación. Como en
todos los inventos, también tuvo sus detractores.
En 1828 fue nombrado profesor de la Real Institución
de Jóvenes Ciegos, cargo que desempeñó
a cambio de alojamiento y un sueldo miserable. Desgraciadamente,
el edificio estaba en tan mal estado que muchos de los internos
fallecían a edad temprana o contraían graves
enfermedades. Pero aquello no le daba miedo y siguió
ayudando a jóvenes ciegos y pobres que necesitaban
protección y una educación adecuada. En 1829,
publicó en braille el libro “Método para
escribir palabras, música y canciones sencillas mediante
la nueva signografía”, en el que explicaba el
funcionamiento de su sistema. Debido a las deplorables condiciones
de la institución, a los 26 años experimentó
los primeros síntomas de la tuberculosis, pero sus
penurias quedaron mitigadas en 1837, cuando se publicó
“Historia de Francia”, la primera obra que salió
impresa en braille de una imprenta. Gracias a su tesón,
por primera vez en la historia los ciegos ya podían
escribir, leer, tomar apuntes o recibir cartas erradicándose
de esta manera el ostracismo y el analfabetismo al que habían
sido confinados.
Poco a poco, su salud se fue resintiendo hasta el punto de
que tuvo que dejar la docencia, limitándose a dar clases
de música para no morirse de hambre. Sin embargo, el
6 de enero de 1852, con sólo 43 años, falleció
en su localidad natal. Debido a su gran importancia para la
humanidad, sus restos fueron trasladados en 1952 a París
para ser sepultados en el Panteón.
VÍDEOS DE Louis Braille
A continuación podemos ver un vídeo de Louis Braille :