Luis G. Berlanga, director de la mítica película: Bienvenido, Míster Marshall

Luis García BerlangaLuis García Berlanga Martí nació el 12 de junio de 1921 en Valencia. Fue uno de los cuatro hijos de un diputado republicano y la propietaria de una pastelería. En 1929 ingresó en el colegio jesuita San José, donde no destacó como buen alumno: se le resistían, especialmente, el latín y las matemáticas. Dos años más tarde, a consecuencia de unos pólipos en el pulmón, lo enviaron a un internado en Suiza. Siempre odió aquel lugar. El único recuerdo grato que le quedó de su estancia fue que, al ser un colegio mixto, se enamoró por primera vez. Tenía 10 años, la niña era una francesa llamada Françoise, y le hicieron de celestinas las hijas del torero Belmonte, alumnas del centro.

Aficionado a la pintura, a la lectura y a la poesía,su vocación por el cine nació viendo una película titulada “Don Quijote”, que protagonizaba Fédor Chaliapine. A media proyección, tuvo una especie de revelación y salió de la sala convencido de que algún día sería realizador. Tenía sólo 14 años y con ello truncó los sueños de su madre, que quería que fuera arquitecto. Al año siguiente, 1936, estalló la guerra civil española, que Luis vivió como unas largas vacaciones hasta que, casi al final de la contienda, lo alistaron en la retaguardia del ejército regular de la República.

En 1939, su padre fue condenado a muerte y Berlanga, para intentar conmutar la pena capital, se enroló en la División Azul. Su padre escapó a la muerte, pero no por la acción de su hijo, sino porque la familia recurrió al tráfico de influencias. A su vuelta de Rusia, hizo el servicio militar en Cartagena y, en1946, convenció a su madre para poder estudiar cine en Madrid. También se matriculó en Filosofía y Letras, aunque de esta facultad lo único que le interesaba era jugar en su equipo de fútbol. Al año siguiente murió su padre, pero la madre siguió mandándole una pensión con la que se pagaba los estudios y el alquiler de su piso. En aquellos años escribió su primer guión de cine, en el que relataba la vida ociosa de los jóvenes de provincias, un perfecto retrato de su propia personalidad y experiencia. Se cumplen 50 años del rodaje de esta comedia -primera película de este director valenciano- que revolucionó la filmografía española. Tras dirigir varios cortos y algunos documentales, Berlanga obtuvo su diploma en la Escuela de Cine y dirigió, conjuntamente con Juan Antonio Bardem y con la producción de la propia Escuela, su primer largo: “Esa pareja feliz” (1951).

Fue al año siguiente, sin embargo, cuando se estrenó realmente como realizador,dirigiendo “Bienvenido, Míster Marshall”. El rodaje tuvo lugar en Guadalix de la Sierra, Berlanga, “un pijo pedantón”, según él mismo, tuvo que soportar las crueles novatadas del equipo, el desprecio de su director de fotografía y los “motines” que le organizaban Pepe Isbert, Manolo Morán y el resto de actores. Pese a todas las dificultades, la película le “coló” un gol al franquismo y a los productores de la época, que le habían encargado a Berlanga una película para lucimiento de la folclórica Lolita Sevilla. La historia, por el contrario, narraba las vanas ilusiones de todo un pueblo de la estepa castellana ante la llegada de los “amigos americanos” -que, finalmente, pasaban de largo- en plena postguerra.

Gracias al enorme éxito que obtuvo la película (que se proyectó en el Festival de Cannes), Berlanga empezó su carrera como director, que siguió con “Novios a la vista”(1953), “Calabuch” (1956) y “Los jueves, milagro” (1957). Tres años antes de este título, Berlanga contrajo matrimonio con María Jesús Manrique de Aragón, con la que ha tenido cuatro hijos: José Luis, Jorge, Carlos y Fernando. “Bienvenido Míster Marshall” supuso, además, el nacimiento de un tipo de cine español distinto, cosa bastante difícil teniendo en cuenta la férrea censura que aplicaba el franquismo en aquellos años de dictadura militar. De él dijo en una ocasión Francisco Franco: “Berlanga no es comunista; es un mal español”. Efectivamente, García Berlanga siempre ha asegurado sentirse próximo, ideológicamente, a las tesis libertarias, aunque con un matiz burgués.

Tras cuatro años sin hacer cine, Luis García Berlanga volvió al cine en 1961 con “Plácido”, primera de sus colaboraciones con el excepcional guionista Rafael Azcona. La película fue nominada al Oscar, aunque no lo ganó.

Dos años más tarde, se estrenó “El verdugo”, divertida pero muy ácida comedia en la que Pepe Isbert interpretaba el personaje de un verdugo y que ganó varios galardones internacionales. Tras un par de películas menores, llevó al cine “Tamaño natural”, una de las creaciones preferidas de este hombre que se ha reconocido siempre como un erotómano y aspirante a libertino. Pero la censura hincó sus dientes en la cinta, que no se estrenó hasta 1979, seis años después de su rodaje. Dos años antes, ya en la transición política a la democracia, fue nombrado presidente de la Filmoteca Nacional con el objetivo de recuperar y conservar copias de todas las producciones españolas.

Poco antes había dirigido “Escopeta nacional” (1978), desternillante historia que denunciaba la corrupción del poder. La continuación, “Patrimonio nacional”, fue un gran éxito y representó a España como aspirante a los Oscar de Hollywood en 1981. La serie se completó ese mismo año con “Nacional III”. Con la llegada del PSOE al poder lo confirmaron como máximo responsable de la Filmoteca, pero fue cesado en el cargo por negarse a cumplir un horario. Galardonado con la Medalla de Oro de Bellas Artes, en 1985 dirigió “La vaquilla”, una comedia sobre la Guerra Civil cuyo guión había escrito veinte años antes. A finales de ese mismo año fue elegido presidente de honor de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España. En 1986 le concedieron el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y justo un año después rodó, con una subvención de 90 millones de pesetas, la película “Moros y Cristianos”, en la que narraba las peripecias de unos turroneros artesanales de Jijona. En 1988, tras rodar “Barrios altos”, entró en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Alejado de los platós, fue contertulio en “El programa de Hermida”, director de seminarios de cine, miembro de jurados, director de la colección literaria de novela erótica “La sonrisa vertical” y colaborador de prensa.

Volvió a ponerse tras las cámaras en 1993 para hacer “Todos a la cárcel”, cinta que consiguió tres Goyas y fue éxito de taquilla. A raíz de un anuncio de televisión, ideó y realizó para TVE la serie “Villarriba y Villabajo”, sobre la rivalidad entre dos pueblos. A finales de 1995 Berlanga presentó “Infiernos eróticos”,un libro en el que se incluían fotografías, ilustraciones y grabados antiguos pertenecientes a la colección erótica que ha reunido a lo largo de más de 50 años de coleccionismo. Después de dirigir un par de series para televisión, rodó en 1998 “París-Tombuctú”. El pasado 5 de junio, ya retirado del cine, vivió el duro golpe de la muerte de su hijo Carlos, fallecido de una dolencia hepática.



VÍDEOS DE Luis García Berlanga
A continuación podemos ver un vídeo de Luis García Berlanga :





Fotos de Luis García Berlanga:



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