Matías
Prats Cañete nació en Villa del Río (Córdoba)
el 4 de diciembre de 1913. Su familia procedía de Reus,
de donde su bisabuelo emigró al sur en busca de una
fortuna que no encontró, aunque las cosas tampoco les
fueron demasiado mal. Su familia materna fabricaba capotes,
mantas y ponchos para el campo, pero se arruinaron cuando
llegaron los impermeables.
La vocación de periodista del pequeño Matías
se materializó por primera vez cuando, a los seis años,
empezó a “publicar” las noticias de su
familia, como cuenta él mismo, “ni siquiera las
de mi calle. La casa daba bastante de sí, éramos
cinco hermanos y, la de noticias que podía sacar diariamente
de tanto alboroto de críos”. Además, sus
familiares eran conscientes de sus dotes de comunicador y
lo subían a la mesa para que, después de haberse
leído las noticias en la prensa, las contase a toda
la familia.
A los l4 años, Prats ingresó en el Instituto
de Málaga para hacer el Bachillerato y después
se graduó como perito en la Escuela Industrial, pero
nunca acabó la carrera, porque decidió seguir
su vocación y graduarse en la Escuela Oficial de Periodismo.
La Guerra Civil le cogió con 22 años y recién
acabado el servicio militar de la Montaña, en Madrid,
pero Prats se pasó a la zona franquista en Córdoba,
donde estaba su familia, dejando a un hermano suyo en el bando
republicano.
En 1939 se presentó en la delegación territorial
de Radio Nacional en Málaga para leer unos poemas y
por casualidad se enteró de que había oposiciones
para locutores y decidió presentarse. Prats era consciente
de que contaba con una buena voz. pero también que
tenía muy marcado el “ceceo” típico
de la zona, un matiz incompatible con el puesto de locutor
en aquella época. Así que decidió camuflar
su problema cambiando las ces y las zetas por efes diciendo
cosas como “su Exfelenfia”, por “su Excelencia”,
o “Faragofa” en vez de “Zaragoza”
.
Ya en aquella época llevaba las gafas oscuras que
forman parte inseparable de su imagen porque, en la Guerra
Civil, una bala rebotada le destrozó medio párpado
del ojo izquierdo, aunque, en algunas ocasiones, él
ha asegurado que tenía un problema de fotofobia.
Su primer trabajo como periodista fue la retrasmisión
de un Betis-Málaga, dando así inicio a su carrera
como periodista deportivo, aunque su pasión, para nada
oculta, eran y son los toros.
En aquella época contrajo matrimonio con Emilia Luque
Montejano, con la que tuvo tres hijos: Jesús, que es
abogado, María del Carmen. que trabaja en Iberia y
Matías, que le dio un pequeño disgusto el día
que le confesó que había aprobado las oposiciones
para TVE: “Lo que o mí me interesaba era que
acabase su formación como abogado y periodista. Llegué
a llamar a la persona que lo examinó para que anulara
la concesión de la plaza. Hoy me tiraría de
los dos pelos y medio que me quedan, porque mi hijo es un
profesional estupendo que ha conseguido dominar aspectos del
periodismo que yo no fui capaz de controlar”.
En 1945 , y con motivo de la inauguración de las
emisoras de Radio Nacional en Aranga, Matías Prats
se trasladó a Madrid. Allí su voz y su estilo
le convirtieron en uno de los personajes más populares
de la radio, tanto que, gracias a su capacidad descriptiva,
se ha dicho de él, que inventó la televisión
cuando aún se estaba inventando la radio.
Para la posteridad, dejó la famosa retrasmisión
del gol que Zarra le coló a la selección inglesa
en el Mundial de Fútbol de Brasil en 1952, un hecho
del que él mismo ha asegurado que “Zarra metió
el gol en la portería y yo en la mente de los españoles”.
Pero también se convirtió en mítica su
retrasmisión del gol de Marcelino en el partido España-URSS
de la Copa de Europa de Naciones en 1966 o la última
entrevista que concedió Manolete, días antes
de morir en Linares.
En la segunda mitad de los años cuarenta, su carrera
profesional seguía prosperando. llevándole a
desempeñar cargos como el de Jefe de Realización
y Jefe de Emisiones de Radio Nacional de España.
En 1947, dio el salto al cine donde, durante casi treinta
años, su voz fue el hilo conductor de las imágenes
del NO-DO (Noticiarios y Documentales Cinematográficos),
llegando a ser director entre 1974y 7976.
Pero, aparte de alguna fotografía publicada en la
prensa, los oyentes de Matías Prats no conocieron su
cara hasta que en 1956 empezaron las emisiones de Televisión
Española. En aquel momento, los primeros presentadores
no eran otros que los locutores habituales de Radio Nacional
de España y, como gran parle de sus compañeros,
se convirtió en el presentador de un concurso cultural
en el que no había público y los concursantes
participaban por teléfono. Junto a él una jovencísima
Laurita Valenzuela se convertía en la primera presentadora
de la televisión en España.
Sus ideas políticas, próximas a las de régimen
franquista, hicieron que en numerosas ocasiones, le ofrecieran
cargos políticos, que él rechazó, porque,
según asegura, lo suyo es el periodismo. Pero en 1971
decidió probar suerte y fue elegido Procurador en Cortes
de Representación Familiar por la provincia de Córdoba
en la décima legislatura de las Cortes Orgánicas.
Para la campaña electoral, cuyo “slogan”
fue “Pon tú el voto que yo pondré la voz”,
Prats movilizó a sus compañeros de la radio
y se cuenta que los coches de las emisoras locales recorrían
los pueblos reproduciendo por altavoz un discurso del candidato
grabado en una cinta magnetofónica, mientras él,
desde una helicóptero, hacía señas con
un pañuelo y la gente creía ciegamente que lo
que escuchaba era su voz en directo.
También en la democracia quiso participar en la política
presentándose para senador, pero no llegó ni
a la mitad de los cien mil votos necesarios para poder optar
al cargo porque, a pesar de su amistad con Manuel Fraga, quiso
presentarse por libre.
Se retiró del periodismo en 1985, pero al poco tiempo
volvió a TVE en 1987 para presentar el programa “La
tarde de TVE”. En aquella época aseguraba que
“trabajar es mi hobby”, aunque a sus 90 años,
prefería la lectura y ver alguna buena corrida de toros
en la tele.
Al recoger el Premio Ondas de Oro en su nombre, su hijo
Matías, aseguró que después de explicarle
durante casi una hora todo lo que debía decir por él,
le insistió en que fuese breve.
VÍDEOS DE Matias Prats Cañete
A continuación podemos ver un vídeo de Matias Prats Cañete :