Oscar Wilde, genio de la literatura universal

Oscar WildeOscar Fingal O'Flahertie Wills Wilde nació el 16 de octubre de 1854 en Dublín (Irlanda). Se llamó Oscar por el rey de Suecia, su padrino; Fingal, por un célebre héroe gaélico; O'Flahertie por un historiador, irlandés como él; y Wills, por la tradición celta propia del clan Wilde. Su padre, sir William Wilde, fue un famoso y promiscuo oftalmólogo, aficionado al folclore. Su madre, lady Jane Francesca, una nacionalista que cultivó la poesía y el artículo político con el seudónimo de Speranza. Inteligente y excéntrica, esta dama tenía un concurrido salón literario. Un día, un contertulio se refirió a una persona llamándola “respetable” y Speranza exclamó: “Nunca emplee la expresión respetable en esta casa. Sólo los comerciantes son respetables. Nosotros estamos por encima de la respetabilidad”. Wilde la adoró como madre y como modelo estético y la tuvo siempre cerca pese a que la mujer, que se frustró por no haber tenido hijas, lo vistió de fémina en su infancia.

En ese ambiente transgresor y atrevido creció Oscar, que fue un bicho raro desde pequeño. Su aspecto físico era una mezcla de atrocidad y belleza: alto, lánguido, pálido, de carnes flácidas y gran culo, con una boca sensual, nariz aguileña y ojos grandes de aspecto soñoliento. Pero, en lugar de acomplejarse por su peculiar aspecto, se enorgullecía de su rareza. Cursó sus estudios primarios en el Trinity College de Dublín y, en su adolescencia, empezó a acudir a las tertulias de su madre. Siendo estudiante llevaba el pelo muy largo, vestía de forma inusual (pantalones de montar de terciopelo, medias de seda, zapatillas de baile de charol y abrigos ribeteados de piel) y se comportaba de manera excéntrica. Sus habitaciones en la universidad inglesa de Oxford, donde estudió, estaban llenas de objetos de arte, girasoles, lirios, plumas de pavo real y porcelanas chinas. En determinadas ocasiones tuvo que defenderse a puñetazos de las burlas de sus compañeros, pero, por lo general, se zafaba de las mofas gracias a sus ingeniosas salidas verbales. Hombre de gran generosidad y bondad, siempre tuvo buenos amigos. Era muy inteligente y acabó sus estudios de griego y cultura clásica ganando muchos premios.

Al entrar en la veintena, Wilde decidió que sería escritor. “De un modo u otro, seré famoso y, si no lo consigo, seré al menos notorio”. Siendo universitario e influido por autores pertenecientes a la corriente estética, escribió un extenso poema, “Ravenna”, con el que ganó el premio Newdigate en 1878. Para entonces, había convertido el estilo bohemio de su juventud en su filosofía de vida.

Según Richard Ellmann, uno de sus biógrafos, Wilde salió de Oxford sifilítico. Durante dos años se medicó con mercurio, una sustancia que no le curó y le dejó los dientes negros. La enfermedad la contrajo con una prostituta. Durante muchos años, el escritor se relacionó sexualmente sólo con mujeres. Escribía odas a la belleza perfecta de los muchachos griegos y se besó con algunos hombres (el poeta norteamericano Walt Whitman, entre ellos), pero hasta pasados los 30 no se atrevió a nada más, quizás porque la sociedad victoriana que le tocó vivir era extremadamente dura con la homosexualidad. Tuvo un par de novias y, finalmente, en 1884, se casó con Constance Lloyd, una hermosa y rica irlandesa con la que tuvo dos hijos: Cyril yVyvyan. Wilde los adoraba y escribió para ellos cuentos de hadas tan deliciosos como “El príncipe feliz” o “La casa de las granadas”. El escritor se casó enamorado de su mujer, pero en 1886 un muchacho canadiense de 17 años, Robert Ross, fue su primer amante. Pasado el enamoramiento, Ross fue su amigo, consejero y albacea.Tras su primera experiencia homosexual, Wilde convenció a su esposa para no tener relaciones íntimas y siguieron viviendo juntos. El sexo con mujeres había dejado de gustarle, mientras que el amor entre hombres le parecía espiritual y trascendente.

Su primer libro publicado fue “Poemas”, escrito en 1881,y su primera obra teatral, que vio la luz al año siguiente, se tituló “Vera o los nihilistas”. Se representó por primera vez en Nueva York, ciudad en la que el autor estaba entonces para ofrecer una conferencia sobre el escepticismo. Autor de una teoría estética que propugnaba “el arte por el arte”, Wilde se erigió en líder del movimiento esteticista. Para algunos era un fantasma con grandes dotes para la conversación, mientras que otros supieron apreciar la profundidad ética y su gran talento bajo su exaltación de lo trivial.

Desde 1891, Wilde pudo dedicarse en exclusiva a la escritura y publicó un conjunto de cuentos breves –“El crimen de lord Arthur Saville”- y su única novela, “El retrato de Dorian Grey”. Esta melodramática historia de decadencia moral es, probablemente, su obra más conocida. Los críticos de la época la tacharon de inmoral, pero no pudieron impedir que Wilde triunfara. A ello contribuyeron las obras teatrales que escribió a continuación : “El abanico de lady Windermere” ( 1892), “Una mujer sin importancia”(1893), “Un marido ideal”( 1895 ) y “La importancia de llamarse Ernesto” (1895), que dedicó a su fiel amigo Ross. Todas estas brillantes comedias se caracterizaron por el hábil urdido de sus argumentos y sus ingeniosos e hilarantes diálogos. En contraste con sus comedias, escribió “Salomé”, obra teatral sobre la pasión posesiva. Originalmente escrita en francés, se estrenó en París en 1894 con la actriz Sarah Bernhardt como protagonista. Posteriormente, el compositor alemán Richard Strauss compuso una ópera homónima basada en ella.

Si en febrero de 1895 Oscar Wilde era un escritor de fama y renombre, tres meses después estaba en la cárcel para cumplir una condena de dos años por homosexualidad. El origen de su desgracia fue su relación con lord Alfred Douglas, “Bosie”, al que Wilde conoció en 1891. El escritor se enamoró de aquel joven aristócrata de 2l años, hermoso, egoísta, vanidoso, frívolo y malvado. Douglas, que siempre trató a Wilde con desdén y violencia, era un perverso que no le dejaba trabajar, le obligaba a “lucirle” por todo Londres y le sacaba todo el dinero que tenía para gastárselo en prostitutos. Wilde intentó romper varias veces aquella relación sadomasoquista, pero no pudo. Si veía que su amante huía, “Bosie” suplicaba o amenazaba con suicidarse.

Douglas mantenía una relación horrible con su padre, el Marqués de Queensberry, y metió en esa guerra a Wilde, que demandó al Marqués por difamación. Fue un gravísimo error, ya que perdió el juicio y él mismo fue juzgado y condenado. En prisión, escribió el largo poema “De profundis” (1905)y “Balada de la cárcel de Reading”,(1898), mientras su salud se deterioraba. Tras cumplir condena, buscó refugio en Francia. Se reencontró con Douglas, pero duraron poco juntos: Wilde ya no era un escritor de fama, sino un “apestado” social sin dinero. Definitivamente solo, malvivió un par de años con la magra pensión que le pasaba su ex mujer, que nunca le abandonó pero cambió el apellido de sus hijos y le impidió volver a verlos. En otoño de 1900, la otitis que sufría derivó en meningitis. “No sabía que era tan doloroso morir: pensé que la vida había acaparado todas las agonías”. Falleció a los 46 años, en la más extrema pobreza. “Estoy muriéndome por encima de mis posibilidades”.Le enterraron en París.


VÍDEOS DE Oscar Wilde
A continuación podemos ver un vídeo de Oscar Wilde :





Fotos de Oscar Wilde:



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