Roberto Carlos Braga nació en Cachoeiro de Itapemirim (Estado de Espíritu Santo, Brasil) el 19 de abril de 1941. Fue el menor de los cuatro hijos de Robertino, relojero, y Laura, costurera, que le enseñó a tocar la guitarra y el piano. A los 6 años, vivió una de las experiencias más duras de su existencia. Junto con los niños de la escuela, Roberto Carlos fue a ver un desfile de carrozas y se puso muy cerca de la vía férrea. El grito de advertencia de una profesora a una niña le asustó y le hizo caer, siendo arrollado por el tren. A consecuencia del accidente, le tuvieron que amputar una pierna por debajo de la rodilla. Roberto Carlos pasó su infancia desplazándose con la ayuda de muletas, ya que no pudo disponer de una pierna ortopédica hasta los 15 años.
Animado por su madre, cantó por primera vez en la radio a los 9 años y a los 11, era el presentador de un pequeño programa radiofónico en Radio Cachoeiro. En 1954, con 13 años, inició su formación en el conservatorio, donde conoció a Sirlene da Penha Oliveira, su primera novia. Mientras estudiaba, siguió con sus colaboraciones en la emisora local, pero soñaba con ir a Río de Janeiro para actuar en Radio Nacional. Logró convencer a sus padres de que le dejaran mudarse y, un mes antes de cumplir los 15 años, se instaló en Río. Durante meses, apenas durmió, ya que dedicaba los días al lanzamiento de su carrera artística y las noches, al estudio. “Acudí a todos los programas de radio buscando que me dieran la oportunidad de cantar”, recordaba. Cada domingo por la mañana, iba a una emisora donde actuaban nuevos valores, pero nunca llegaba su oportunidad.
En 1957, la familia se trasladó a Río de Janeiro y sus padres le animaron para que buscara un trabajo con el que ganar algo de dinero. Estudió mecanografía y consiguió empleo en el Ministerio de Hacienda, aunque sin abandonar su sueño de ser cantante. Con algunos amigos formó el grupo “The Sputniks”, una aventura que apenas duró un año. Después, el joven dio algunos conciertos en solitario y también actuó en programas de televisión, donde lo presentaban como el “Elvis Presley brasileño”. Tras un tiempo sin que lo llamasen para cantar, Roberto Carlos encontró empleo como solista en una sala de fiestas, el Plaza, donde interpretaba bosanova, género que había descubierto oyendo en la radio a Joao Gilberto.
A pesar de tener trabajo tanto de día (en el Ministerio) como de noche (en el Plaza), siguió recorriendo las discográficas para hacer realidad su sueño de grabar un disco. “Voces como la tuya aparecen unas 20 al día”, fue uno de los comentarios que tuvo que oír en una de las numerosas veces que lo rechazaron. Finalmente, la suerte le sonrió y la CBS le grabó, en 1961, su primer elepé “Louco por voce”. No fue un éxito de ventas, pero le permitió darse a conocer en todo el país. Un año después salió al mercado su canción “Splish Splash”, que tuvo una excelente acogida y lo consolidó como uno de los artistas preferidos del público.
Por aquel entonces, Roberto Carlos estaba enamorado de Magda Fonseca, su primera gran musa. El noviazgo duró cuatro años hasta que el padre de la chica la envió un año a EEUU a aprender inglés. Cuando ella volvió, el cantante estaba interesado en otra mujer, Cleonice Rossi, una joven separada y madre de una niña Ana Paula, a la que el cantante había conocido en “Joven Guarda”, el programa de televisión que presentó a partir de 1965 y que lo consagró como ídolo musical brasileño.
En diciembre de1964, Roberto Carlos actuó en la ciudad de Belo Horizonte y allí conoció a María Lucila, una atractiva joven de 20 años, con la que tuvo una aventura. La chica se quedó embarazada, pero mantuvo en secreto la identidad del padre de su hijo, Rafael Carlos. Fue el joven quien, a los 23 años, quiso conocer a su progenitor y en 1990 el cantante reconoció su paternidad.
Convertido en un fenómeno de la música brasileña, Roberto Carlos fue invitado en febrero de 1968 a participar en el Festival de San Remo, donde se proclamó vencedor cantando en italiano el tema “Canzone per te”. Recibido en su país como un héroe, aprovechó su popularidad para intentar agilizar los trámites del divorcio de Cleonice -llamada familiarmente Nice-, pero dada la lentitud burocrática la pareja se casó el 10 de mayo1968 en Bolivia, un matrimonio que nunca tuvo validez en Brasil. El cantante adoptó a Ana Paula, la hija de su esposa, y la familia se amplió el 14 diciembre de 1968 con el nacimiento de Roberto Carlos Jr., al que llamaban Segundinho y, luego, Dudu. El niño nació con un glaucoma congénito, que le hizo perder el 50 % de la visión. En 1971, vino al mundo la benjamina, Luciana.
En los 70, el estilo musical de Roberto Carlos se volvió más romántico y canciones suyas como “La distancia”, “El gato que esta triste y azul” o “Un millón de amigos” fueron verdaderos éxitos en todo el mundo y artistas de la talla de Julio Iglesias o Ray Conniff cantaron versiones de sus temas. En 1978, grabó la célebre “Lady Laura”, compuesta en honor de su madre ya un año más tarde, “Mi querido, mi viejo, mi amigo”, dedicada a su padre. Las letras originales eran en brasileño, pero también las cantó en español.
Después de varias crisis, Roberto Carlos y Nice se separaron en 1978. Poco antes, el cantante había conocido a Maria Rita Simoes, una chica de 16 años amiga de su hija Ana Paula. Surgió el flechazo, pero los padres de ella le prohibieron que saliera con un hombre que podría ser su padre (el artista tenía 37 años) y no volvieron a verse hasta la década de los 90. En 1979, Roberto Carlos volvió a enamorarse. La afortunada fue Myrian Ríos, una actriz de telenovelas y presentadora con la que convivió diez años.
En la década de los 80 continuó su éxito internacional y, en 1982, fue galardonado por haber vendido más de cinco millones de discos fuera de Brasil. Tres años después, se involucró en una campaña para ayudar a los más desfavorecidos de América Latina. Tras saber que se había separado de Myrian, Maria Rita Simoes se presentó en el camerino del cantante tras uno de sus conciertos y ambos retomaron la relación que no había podido ser 13 años atrás. Finalmente, la pareja se dio el “sí, quiero” el 16 de abril de 1996. Cuatro años antes, Roberto Carlos había recibido un duro golpe: su hijo Dudu sufrió nuevos problemas oculares y, actualmente, el joven sólo tiene un 5% de visión en el ojo izquierdo.
Mientras los éxitos profesionales continuaban y Roberto Carlos realizaba grandes giras de conciertos y ganaba premios, la vida personal del cantante sufrió dolorosos reveses. En septiembre de 1998 a Maria Rita le fue diagnosticado un cáncer muy agresivo en la región pélvica. Roberto Carlos la llevó a Houston (EEUU), pero los médicos no pudieron hacer nada para evitar que falleciera el 19 diciembre de 1999. Su muerte, a los 38 años, sumió al artista en una profunda depresión, perdió su fe religiosa -en 1997 fue invitado a cantar para Juan Pablo II durante la visita del Papa a Brasil- y no volvió a pisar un escenario hasta un año después. La tristeza también agravó el trastorno obsesivo compulsivo que padecía desde los 80, enfermedad que le lleva a manías como salir siempre por la misma puerta por la que ha entrado o no vestir jamás de color marrón. Roberto Carlos no empezó a tratarse hasta el 2004 y, reacio a los fármacos, sólo lo hizo con psicoterapia.
Una vez recuperado, siguió grabando discos y dando conciertos, dedicando cada recital a la memoria de Maria Rita. Aunque la prensa le ha atribuido algunos romances en los últimos años, él ha desmentido que se haya vuelto a enamorar de nuevo, Roberto Carlos cumple 70 años este 19 de abril con el orgullo de ser uno de los artistas latinos que más discos ha vendido, 120 millones de copias, en todo el mundo. Brasil se ha volcado en la celebración del aniversario del cantante, que fue el protagonista del carnaval de Río de Janeiro de este año.
VÍDEOS DE Roberto Carlos
A continuación podemos ver un vídeo de Roberto Carlos :
