Mstislav
Leopóldovich Rostropóvich nació el 27
de marzo de1927 en Bakú, República Socialista
Soviética de Azerbaiyán. Hijo y nieto de músicos,
Mstislav, llamado cariñosamente Slava, compuso a los
cuatro años su primera pieza y empezó a tocar
el piano de la mano de su madre. A los diez se familiarizó
con el chelo con ayuda de su padre, uno de los alumnos más
brillantes de Pau Casals. Con tan sólo 13 años
dio su primer concierto, “Concierto número I
paraviolonchelo”, de Saint Säens, y, en 1943, se
matriculó en el conservatorio de Moscú, una
de las escuelas más prestigiosas del mundo. De la mano
de profesores como Dimitri Shostakovich o Sergei Prokofiev
estudió piano, chelo, composición y dirección
de orquesta.
Sus dotes artísticas no tardaron en obtener el reconocimiento
público. Ganó el primer premio en los Festivales
Internacionales de Praga y Budapest en 1947, 1949 y 1950.
Justamente en ese año, cuando acababa de cumplir 23
años, fue galardonado con el Premio Stalin, la mayor
distinción para un artista en la Unión Soviética.
Fue profesor en el Conservatorio de Moscú y Leningrado
durante varias décadas. Años más tarde
confesaría que su sueño “era convertirme
en un gran director de orquesta y no en violonchelista”.
Al cabo de un tiempo, recibió el encargo de escribir
una ópera, conoció a Galina Vishnevskaya, soprano
del teatro Bolsoi, y en mayo de 1955 se casaron, siendo padres
de dos hijas, Olga y Yelena. En 1964, empezó su carrera
internacional en la Alemania Occidental y, poco después,
hizo giras por la Europa del Este.
Desde su más tierna infancia pensó que la música
era un arte sin fronteras, que transmitía valores democráticos
y aromas de libertad. Entre 1969 y 1974, el régimen
autoritario soviético le declaró persona “non
grata” por defender sus propias ideas, lo que le costó
grandes disgustos y reprimendas. Bajo el régimen de
Leonid Brezhnev, Rostropóvich y su esposa acogieron
en su casa durante cuatro años a Alexander Solzenitsin,
premio Nobel de Literatura en 1970, famoso por sus escritos
disidentes. En apoyo a su amigo ya otros disidentes del régimen
comunista, el músico escribió una carta, censurada
en su país, pero difundida enel resto de Europa: “¿Será
posible que los tiempos que nos ha tocado vivir no nos hayan
enseñado a tener una actitud más cautelosa en
vez de destruir a las personas de talento? ¿Qué
no nos hayan enseñado a no hablar en nombre de toda
una nación? ¿A no obligar a la gente o expresar
opiniones acerca de cosas sobre las que nunca han leído
o han oído? Todos los seres humanos deben tener el
derecho de pensar por sí mismos y expresar su opinión
sin miedo”.
Aquella actitud le costó muy cara. Le prohibieron
dar conciertos, hacer giras y grabar discos. Años más
tarde, reconocería que “fue una de las épocas
mas duras de mi vida. Me prohibieron viajar al extranjero,
incluso me prohibieron dar conciertos en Moscú o Leningrado,
me obligaron a ira sitios inhóspitos bajo condiciones
imposibles y me prohibieron la visita de amigos, enviar correo
y hacer llamadas telefónicas”. Finalmente, dejó
la URSS camino del exilio. Gracias al apoyo del senador Edward
Kennedy, las autoridades soviéticas le permitieron
viajar a Estados Unidos, donde debutó con uno de sus
conciertos más multitudinarios. En 1977, fue nombrado
director de la Orquesta Sinfónica Nacional en Washinton,
realizó numerosas giras por el país, se codeó
con Dalí, Chagall, Chaplin o Rainiero de Mónaco
y, en 1978, perdió junto a su mujer la nacionalidad
soviética.
Fue un viajero incansable,hombre de una gran sensibilidad,
de una generosidad extraordinaria y muy cercano con todos
los que se le acercaban convirtiéndose, por méritos
propios, en el artista del pueblo. El famoso violinista y
director de orquesta Yehudi Menuhin, en su libro “Jornada
inacabada” llegó a describirle como “un
muchachito sonriente, gritón, que se pellizcaba para
estar seguro de que estaba verdaderamente en las calles de
París”. En 1989, mientras se derribaba el Muro
de Berlín, Rostropóvich apareció con
su chelo e interpretó las suites de Bach para ese instrumento
entre los escombros. Al año siguiente, Mijail Gorbachov
le restauró su ciudadanía y regresó triunfalmente
a Rusia para actuar con la Orquesta Sinfónica Nacional
de Washington, de la que fue director musical durante 17 años.
En agosto de 1991, fue uno de los que se mostró abiertamente
en contra del golpe de estado contra las reformas de Gorbachov.
De personalidad arrolladora, vitalista y enérgica,
su labor profesional se centró en Rusia, Europa Occidental
y Estados Unidos, llegando a realizar una treintena de conciertos
benéficos al año, la mayoría de ellos
a favor de los niños rusos ingresados en un hospital
de la Fundación Vishnevskaya-Rostropóvich.
El 27 de marzo de 2007, Rostropóvich pudo celebrar
su 80º aniversario con una fiesta en el Kremlin a la
que asistieron los duques de Palma, en representación
de la familia real española, amigos personales del
músico, y en la que el presidente Vladimir Putin le
impuso la Orden del Mérito a la Patria.
Pocos días después, a consecuencia del grave
cáncer intestinal contra el que llevaba años
luchando, Rostropóvich tuvo que ser ingresado en un
hospital de Moscú, en el que falleció e1 27
de abril, a la edad de 80 años. Centenares de miles
de personas pasaron por la capilla ardiente del músico,instalada
en la sala Grande del Conservatorio de Moscú. El funeral
tuvo lugar en la Catedral de Cristo Salvador y a él
asistieron miles de admiradores del artista. Sus restos mortales
fueron enterrados en el emblemático cementerio moscovita
de Novodevichy.
A lo largo de su dilatada carrera, Rostropóvich cosechó
los galardones más prestigiosos del mundo como el Príncipe
de Asturias de la Concordia; el de Comandante del Imperio
Británico; el Premio Imperial de las Artes Japonesas
y doctor honoris causa en 50 universidades de todo el mundo,
como las de Harvard, Princeton, Yale u Oxford. Fue nombrado
embajador de buena voluntad de la UNESCO y representante del
programa ONUSIDA en el mundo
VÍDEOS DE Rostropovich
A continuación podemos ver un vídeo de Rostropovich :