Sydney Pollack

el_cordobesSydney Irwin Pollack nació el 1 de julio de 1934 en Lafayette, Indiana (EEUU). Fue el primogénito de los tres hijos de David Pollack, ex boxeador y farmacéutico, y Rebecca Miller. Fue un alumno aplicado, nunca se peleó con nadie y ayudaba en las tareas de la casa. Sufrió un duro revés con la separación de sus padres y, desde entonces, cuidó de sus dos hermanos ya que su madre estaba alcoholizada. Falleció, con sólo 37 años, cuando Sydney tenía 16. Al año siguiente, decidió irse a Nueva York. “Sólo había visto la ciudad en el cine, así que un buen día cogí el tren y tan pronto llegué a la estación supe que había tomado la decisión correcta”, explicaba en una ocasión. Atrás quedó la ilusión de su padre por ver a su hijo convertido en médico de prestigio, profesión que él no pudo estudiar debido a la falta de medios económicos.

En la ciudad de los rascacielos se instaló en un albergue para estudiantes sin re- cursos y se matriculó en la Neighbourhood Playhouse, escuela de arte dramático dirigida por Sanford Meisner, donde estudió también danza bajo la supervisión de Martha Graham. Pagó sus estudios cargando y descargando camiones llenos de madera, hasta que Meisner le contrató como asistente. Su sensibilidad, generosidad, inteligencia y curiosidad por todo lo que le rodeaba fueron de gran ayuda para sus alumnos. “Sanford cambió mi destino, me abrió los ojos a la vida, tenía 19 años, me empapé de la sabiduría y me permitió enseñar arte dramático. Aunque sin saberlo, lo que realmente estaba aprendiendo era a dirigir”. Estuvo en la escuela entre 1954 y 1960, aunque pidió dos años de excedencia para cumplir con el servicio militar. Durante su periodo académico conoció a Claire Griswold, una atractiva actriz que trabajó en series como “Bonanza”. Enamorado a primera vista, en un permiso, Pollack se casó con ella. Tuvieron tres hijos: Steven (1959), Rebecca (1963) y Rachel (1969).

Tras participar en varias producciones teatrales en Broadway, la pareja se instaló en Hollywood. John Frankenheimer le dio trabajo como actor en la serie “Playhouse 90” y, a continuación, le contrató como profesor particular de jóvenes actores en las producciones que dirigía. En la película “Los jóvenes salvajes” (1961) entabló una gran amistad con Burt Lancaster, que le abrió una gran puerta en la industria del cine. “Era una gran estrella, que intimidaba bastante, pero, desde el principio, tuvo curiosidad por mi forma de trabajar Un buen día me llamó a su despacho y me dijo: “¿Por qué te empeñas en trabajar como actor? ¡Deberías ser director!” Y me presentó a Lew Wasserman, uno de los hombres más poderosos de Hollywood, que me dio trabajo para realizar televisión”.

En los siguientes cinco años dirigió programas de éxito como “Alfred Hitchcock presenta” o “The Defenders”, ganó un Emmy, estuvo nominado a varios más y debutó en el cine como actor en “La jauría humana” (1962), dirigida por Arthur Penn. En el rodaje se hizo muy amigo de Robert Redford, que se convirtió en su actor fetiche: “En seguida hubo muy buen rollo entre nosotros. Lo que más me atrae de Robert es su complejidad. Bajo el aspecto de un atractivo chico rubio se esconde una parte muy oscura que se refleja en sus interpretaciones. Hemos crecido juntos, nos hemos hecho viejos juntos y le sigo queriendo”.

De talante político progresista, Pollack se estrenó en 1966 en la dirección cinematográfica con “Propiedad condenada”, una adaptación de una obra de Tennessee Williams que pasó sin pena ni gloria. Todo lo contrario que “Danzad, danzad, malditos”(1969), sobrecogedora película con una espléndida Jane Fonda que reflejaba el dramático ambiente de las maratones de baile de la Gran Depresión. Con Redford de protagonista, rodó “Las aventuras de Jeremiah Johnson” (1972), el western ecologista por antonomasia. Al año siguiente, volvió a elegir a su amigo para “Tal como éramos”, una de las historias de amor más aclamadas de los años 70. La película tuvo un fuerte impacto en la América anticomunista, ya que la protagonista (que encarnaba Barbara Streisand) era una militante trotskista. Su siguiente película, “Los tres días del cóndor” (1975), pretendía también ser una crítica de la CIA, pero se quedó en casi nada. Todo lo contrario “Yakuza”, también de 1975 y con Robert Mitchum, un retrato de las organizaciones criminales japonesas y una crítica al imperialismo estadounidense en suelo nipón.

Uno de los grandes éxitos de Pollack fue “Tootsie” (1982), en la que Dustin Hoffman interpretaba el personaje de un actor que ha de travestirse para encontrar empleo en una serie. En esta película, que estuvo nominada al Oscar, pudo combinar sus dos pasiones: dirigir y actuar.

Aquel éxito fue el precedente de otro muchísimo mayor. Basada en la experiencia en Kenia de la escritora danesa Karen Blixen, y con Redford y Meryl Streep como pareja protagonista, “Memorias de África” recibió el reconocimiento de la Academia de Hollywood al obtener siete estatuillas, entre ellas la de Mejor Película y Mejor Director.

Consagrado como director, este hombre culto que hablaba un perfecto francés creó la productora Mirage Entreprises, con la que financió y dirigió películas tan conocidas como “La tapadera” (1993), con Tom Cruise, “Sabrina” (1995), con Harrison Ford, o “Michael Clayton” (2007), con George Clooney. Curiosamente, su socio en la productora, el realizador Anthony Minghella, también falleció hace dos meses víctima del cáncer. Gran amante de las celebridades del cine, sus colegas le consideraron uno de los mejores directores de actores. De hecho, trabajó con muchos de ellos, de los que decía: “Son como caballos de carreras, disciplinados y en algunas ocasiones irascibles, por eso hay que estar pendientes de ellos, satisfacer sus necesidades y dialogar mucho para que todo fluya correctamente”.

En 1993, Sydney Pollack sufrió uno de los golpes más duros de su vida ya que su hijo Steven falleció en un accidente de aviación en California, pero aquel hecho no le impidió que, hasta los últimos días de su vida, pilotara su propio avión. El dolor hizo que se retirara durante dos años. Volvió para producir “Sentido y sensibilidad” (1995) y continuó produciendo, dirigiendo y actuando en filmes como “El talento de Mr.Ripley” (1999), “Eyes Wide Shut” (1999), “Cold Mountain” (2003) o “La intérprete” (2005), con Sean Penn y Nicole Kidman como pareja protagonista. En su vida privada fue un hombre culto, inteligente, perspicaz y bromista. Disfrutaba enormemente con la compañía de sus seis nietos, le encantaba viajar con sus amigos a países remotos que recorría en bicicleta y siempre tenía tiempo para las causas sociales y ecológicas.

En el 2006, realizó el documental “Sketches”, sobre el arquitecto canadiense Frank Gehry, con el que tenía una gran amistad. Tras diagnosticársele un cáncer de pulmón hace 10 meses, dejó la película que estaba rodando, “Recount” para recluirse en su casa junto a su familia. Hace pocos días, se estrenó en nuestro país “La boda de mi novia”, que pasará a la historia como su última aparición en la pantalla y, a lo largo de este año, esta previsto que se estrenen otros dos filmes como productor, “The reader” y “Margaret”. El pasado 26 de mayo falleció en su casa de Pacific Palisades (California), en compañía de su esposa e hijas. El cine se ha quedado sin uno l de sus grandes nombres.

VÍDEOS DE Sydney Pollack
A continuación podemos ver un vídeo de Sydney Pollack :





Fotos de Sydney Pollack:



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