Michael Sylvester Gardenzio Stallone nació el 6 de julio de 1946 en Nueva York. El parto fue tan complicado que el niño nació con una parálisis de un nervio facial, rasgo físico que le caracterizaría, luego, en todas sus interpretaciones. Descendiente de inmigrantes italianos, su padre, Frank Stallone, era peluquero, mientras que su madre, Jacqueline, era una bailarina y corista de poca monta, que ahora ejerce de astróloga y vidente en varias revistas americanas.
La familia vivía en Hell’s Kitchen, uno de los barrios mas peligrosos de la Gran Manzana. Los problemas y las continuas peleas del matrimonio marcaron decisivamente al joven “Sly” -sobrenombre por el que es conocido también actualmente-, que se convirtió en un chico rebelde, independiente , impertinente e irresponsable. A los cinco años sus padres se divorciaron, se mudaron de casa en varias ocasiones, hubo problemas con su custodia y con la de su hermano Frank, menor que él, hasta que, finalmente, se quedaron a vivir con su madre.
Su comportamiento hizo que le echaran de más de una decena de colegios -incluido un internado en el que estuvo en Suiza- y muchos de sus profesores le auguraron un futuro nada prometedor. A mediados de los años sesenta se matriculó en la Universidad de Florida, pero después de tres años lo dejó todo para empezar estudios de Arte Dramático. Consiguió pequeños papeles en series tan conocidas como “Kojak” o “Baretta”, pero esto era insuficiente para llegar a finales de mes. “Sly” quería más Y soñaba con llegar a lo más alto. Su ambición no tenía límites y estaba dispuesto a hacer lo que fuera.
En 1970, aceptó por 100 dólares interpretar una película porno, “Stud’s”, rebautizada años después como “El semental italiano” y que, en la plenitud de su fama, intentaría comprar todas las copias para evitar que el público le viera tal y como le trajo su madre al mundo. Le echaron de todos los “castings” de Nueva York, escribió guiones sin éxito, consiguió trabajos como limpiador en un zoo, pizzero, acomodador en un cine o vendedor de pescado, colaboró en películas sin importancia, hizo breves apariciones en “Bananas”(1971), de Woody Allen y en la que también aparecía la española Nati Abascal, y en “Klute” (1971), hasta que, tres años más tarde, realizó su primer papel importante en “The Lords of Flatbush”, en la que también figuraría como guionista y por la que percibió una remuneración de veinticinco camisetas.
Se casó el 28 de diciembre de 1974 con la actriz Sasha Czack y, sin apenas dinero y a la espera de su primer hijo, la pareja decidió instalarse en Hollywood. Allí se recorrió todos los estudios, le cerraron todas las puertas y nadie le hizo caso, hasta que un combate de boxeo entre Cassius Clay y Chuck Wepner le dio la idea de escribir la historia de un personaje llamado Rocky Balboa. Su mujer mecanografió el guión y se lo compraron con la condición de que lo interpretara otro actor más conocido, pero la tozudez del joven Stallone pudo con todo y, finalmente, consiguió protagonizar “Rocky”, película por la que cobró 20.000 dólares y que, en 1976, ganó tres Oscar -Mejo1 Película, Mejor Director y Mejor Montaje-, además de dos nominaciones al Mejor Actor y Guión Original. Ese fue un gran año, ya que también nacería su primer hijo, Sage Moonblood.
Poco después hizo otros filmes sin importancia, hasta que, en 1979, rodó “Rocky II”, esta vez como director y guionista. Ese año también nació su segundo hijo, Seargeoh, al que muy pronto diagnosticaron autismo. Su cotización iba subiendo como la espuma, su familia vivía en una lujosa casa y Stallone era un valor seguro en la bolsa de la Meca del cine. Cada vez le llegaban papeles más interesantes y dado el éxito de la vida de este boxeador, en 1982, volvió a interpretar, dirigir y escribir “Rocky III”, por la que percibiría uno de los sueltos mas altos de la historia del cine: 10 millones de dólares. Luego vendrían “Rambo, acorralado” (1982) o “La fiebre continua” (1983) y, en 1985, “Rocky IV”, por la que se embolsó 15 millones de dólares. A pesar de su éxito, ese año vivió el amargo trago de divorciarse de su mujer. El 14 de febrero de 1985 la pareja se repartió su enorme fortuna. De nuevo soltero, Stallone no tardó en encontrar consuelo sentimental en la explosiva danesa Brigitte Nielsen, que le envió una foto desnuda diciéndole que era una gran admiradora. El actor se quedó perdidamente enamorado y la boda se celebró el 15 de diciembre de ese mismo año. Su madre, Jackie, puso el grito en el cielo: “Es una golfa que sólo quiere su fama y su dinero”, declaró en cientos de ocasiones. Pero Sly parecía feliz, empezó a invertir en arte con obras de Picasso, Monet o Dalí, se compró varias mansiones lujosas, mantenía a toda la familia, rodó “Rambo II” (1985), “Cobra” (1986) y “Yo, el halcón” (1987). Pero, una vez más, la mala suerte le acompañó en el amor y se divorcio de Brigitte el 13 de julio de 1987. La única que estuvo feliz con su desastre conyugal fue su madre.
Si en lo profesional la vida le sonreía -se había convertido en uno de los actores más ricos de los años 80-, en su faceta privada tan sólo le consolaban sus dos retoños, algunos romances esporádicos con mujeres tan despampanantes como Pamela Anderson, Angie Everhart o Naomi Campbell, o sus constantes y millonarias aportaciones al partido republicano. Tenía tanto éxito entre las mujeres que ni él mismo se lo creía: “No entiendo por qué se enamoran de mi porque tengo los ojos cuidos, la boca curvada, los dientes son imperfectos y la voz de un mafioso, pero creo que todo ese conjunto es lo que hace realmente que sea atractivo”. Curiosamente, olvidaba mencionar su cuenta corriente.
Encasillado como héroe de acción, y referente de toda una generación de adolescentes, Sylvester quería cambiar de registro ante las cámaras para demostrar que no era sólo un musculitos sin cerebro. Tras protagonizar “Rambo III” (1988), “Tango y Cash” (1989) y “Rocky V” (1990), se atrevió con las comedias “Oscar» (1991) y “Alto o mi madre dispara” (1992), junto a la popular Sophia de la serie televisiva “Las chicas de oro”. Pese a su legión de seguidores, Stallone no logró triunfar en la comedia. Estaba encasillado en papeles de acción, así que volvió a ejercer de héroe en películas tan conocidas como “Demolition man” (1993), “El especia1ista” (1994) o “Juez Dredd” (1995), por la que cobró 20 millones de dólares, su salario actual.
Es esta década decidió invertir y ofrecer su imagen, junto a sus colegas Bruce Willis y Arnold Schwarzenegger, para la cadena de restaurantes Planet Hollywood. A mediados de los 90 se enamoró de la guapísima modelo Jennifer Flavin y, aunque hubo altibajos en la relación, acabaron casándose en 1997. Junto a Jennifer ha encontrado la estabilidad y ha sido padre de tres niñas: Sophia Rose (1996), Sistine Rose (1998) y Scarlet Rose (2002). No contento con ser el rey de las taquillas, ha querido probar fortuna en los dos últimos años con otro tipo de negocios: creó una compañía de nutrición, editó su propia revista de consejos y entrevistas, “Sly”, y publicó un libro de autoayuda. En 2007 se estrenó “Rambo IV”.
VÍDEOS DE Sylvester Stallone
A continuación podemos ver un vídeo de Sylvester Stallone :
