Tina Turner, la leona negra del rock

Tina TurnerAnn Mae Bullock, conocida artísticamente como Tina Turner, nació el 20 de noviembre de 1939 en la planta reservada para negros de un hospital de Brownsville (Tennesse, EEUU). Fue la segunda de las dos hijas de Floyd Richard Bullock, un capataz negro de los campos de algodón que los domingos ejercía de diácono en la iglesia baptista, y Zelma, una india cheroqui. En su infancia no conoció la miseria, pero sí las continuas peleas de sus padres, el desamor y la inseguridad. “Desde que nací no recibí ningún cariño, pero sobreviví”, explicaría la cantante años después en “Tina”, una autobiografía que, en 1993, tuvo su versión cinematográfica. Tanto ella como su hermana, Alline, vivieron sucesivamente con sus abuelos y con sus tíos hasta que, cuando Ann Mae tenía 11 años, su madre las abandonó definitivamente. Al poco tiempo, también se marchó su padre, que se fue a trabajar a Detroit. Aficionada a la música, Ann cantaba en el coro parroquial, el Gospel Choir, y, aunque su voz no era ninguna maravilla, destacaba por encima de las de sus compañeros. Animada por ello, Ann participó en varios concursos para noveles.

A los 15 años, la futura estrella de la canción perdió la virginidad en “el asiento trasero de un coche”. El chico en cuestión se llamaba Harry Taylor y era capitán del equipo de baloncesto del Instituto Carver, donde Ann estudiaba. Fueron novios hasta que, tras su graduación, Harry se enroló en las Fuerzas Aéreas. Terminado el servicio, volvió a Browsville y se casó con otra compañera de escuela. Tampoco hubiera encontrado a su antigua novia, puesto que Ann y su hermana se habían trasladado a Saint Louis, donde estaba su madre y donde Alline encontró trabajo en una casa de juego. Los sábados por la noche, las dos hermanas y sus amigas iban a los clubes a bailar. Un día decidieron ir a ver el show de Ike Turner, un conocido rockero amante de la bronca y líder de la banda The Kings of Rythm. La primera vez que vio al que sería su futuro marido a Ann le faltaban dos días para cumplir l7 años. “Al principio me pareció feísimo -comentó en una entrevista-. Tenía los dientes estropeados y muy malos modales. Pero cuando dio comienzo el show, me impresionó”. No volvieron a encontrarse hasta pasado un tiempo. Él estaba solo en el escenario, tocando el órgano y ella cantó una canción de B.B.King. Ike se quedó gratamente impresionado y la invitó a subir al escenario. “Aquella noche me sentí como una estrella”. Al poco, Ann empezó a salir con uno de los músicos de la banda, Raymond Hill, del que se quedó embarazada. El joven pasó del bebé, Craig, que nació el 20 de agosto de 1958 y Ann tuvo que volver con su familia y buscar trabajo en un hospital para salir adelante.

No trabajó allí por mucho tiempo. Ike perdió a una de las cantantes y bailarinas de su banda (las Ikettes) y le propuso a Ann sustituirla. Ella aceptó y empezó a actuar con el nombre de Tina. Poco después, Ike grabó una maqueta para sacar un disco y un productor le propuso que destacara la voz de Tina por encima de las otras chicas. En el verano de 1960, salió a la venta el single “A fool in love” bajo el nombre de Ike & Tina Turner. El emparejamiento no fue sólo musical, sino también sentimental. Mientras el disco alcanzaba uno de los primeros puestos de los hit-parade de EEUU (vendieron un millón de copias), Tina supo que esperaba su segundo hijo. Ike la obligó a actuar hasta poco antes de dar a luz. Su única obsesión era que le hicieran trajes que disimularan “ese bulto”. Fue la entonces esposa de Ike, Lorraine, quien acompañó a Tina al hospital para que diera a luz a Ronald el 27 de octubre de 1960. Después de que Lorraine se divorciara de Ike, éste le propuso a Tina que se casaran. La cantante accedió. Más por miedo que por ilusión. La ceremonia se celebró en 1961 en Tijuana (México) y, desde entonces, su vida se convirtió en un infierno.

Ya le había pegado -y mucho- antes de la boda, pero, ya casados, las palizas, vejaciones y todo tipo de abusos fueron constantes, especialmente si la cantante reclamaba dinero. Aunque le compraba ropa, joyas y coches, todas las ganancias eran para él. Ike tampoco escondia sus relaciones con otras mujeres, pero se cuidaba de apartar de la órbita de Tina a todo hombre que a ella pudiera interesarle. La situación se agravó en 1967 cuando Ike se enganchó a la cocaína. Y, mientras su vida personal era un suplicio, su faceta profesional mejoraba día a día: en junio de ese mismo año, grabó con el productor Phil Spector “River deep Mountain high”. El single, que por expreso deseo de Spector se grabó sin Ike en el estudio, pasó desapercibido en EEUU, pero fue un bombazo en Europa. Eso, y que los Turner fueran teloneros de los Rolling Stones durante una gira, les permitió introducir su música negra en los circuitos de la “jet-set” rockera. A finales de los 60, los éxitos empezaron a lloverles tanto por composiciones propias como por versiones de otros grupos, mientras la violencia doméstica se intensificaba. Tina intentó huir de su marido varias veces, pero nunca lo consiguió. Así fue como una noche de 1969, un año después de abortar el que hubiera sido su tercer hijo, Tina intentó suicidarse ingiriendo 50 pastillas de Valium. Poco después fue precisamente una de las amantes de su marido, Valerie Bishop, quien le abrió una puerta de esperanza introduciéndola en el budismo.

Un día de la primavera de 1975, un año después de que fuera nominada a un Oscar por su papel de la Reina del Ácido en la película “Tommy”, de Ken Russell, Tina abandonó a su marido.

Fue después de la paliza que Ike le propinó mientras iban en coche al hotel Hilton de Dallas. Cuando el músico se quedó dormido, ella cogió la maleta con su ropa, algunos centavos y se largó. Al día siguiente, con el dinero que le prestó un amigo, se fue a LosÁngeles, donde se alquiló un apartamento. Durante algún tiempo Ike la persiguió de forma tan obsesiva y peligrosa que la artista estuvo mucho tiempo llevando en su bolso una pistola para protegerse. En julio de 1977, obtuvo el divorcio (que no sería definitivo hasta 1978) y una pensión de mil dólares de su ex marido que no le daba para nada.

Ella tenía entonces 37 años, hijos a su cargo y una carrera que remontar prácticamente desde cero. Tuvo que volver al circuito de actuaciones en locales de ínfima categoría. No podía cantar los temas que la habían hecho famosa porque eran propiedad de Ike Turner, así que recurrió a los clásicos de la música negra. Sin banda de acompañamiento ni contrato discográfico, Tina se puso en manos de Roger Davies, un joven mánager australiano que le montó una campaña de márketing basada en los atractivos físicos de esta leona del rock. Tina potenció su tórrida sensualidad de cuarentona felina e hizo algunos de los mejores videoclips del momento. Artistas consagrados como David Bowie, Mark Knopffler o Bryan Adams la ayudaron a volver al circuito de los grandes y así recobrar el éxito, que fue rotundo en 1984 con la publicación del álbum “Private dancer”: vendió más de 10 millones de copias. Un año después, fue la protagonista femenina de “Mad Max. Más allá de la cúpula del fuego”, y la canción “What's love got to do with it” se convirtió en su primer número 1 en solitario. Para entonces ya había rehecho su vida sentimental al lado de Erwin Bach, un ejecutivo alemán de su casa discográfica unos años más joven que ella. En el año 2000 se retiró de los escenarios y recientemente, como homenaje a toda su carrera, la discográfica Emi ha publicado un CD recopilatorio con 33 de sus mejores temas bajo el título de “All the best”.


VÍDEOS DE Tina Turner
A continuación podemos ver un vídeo de Tina Turner :





Fotos de Tina Turner:



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